Madera de estafador
Las autoridades buscan a Gonzalo Tores Pulido, un polic¨ªa implicado en fraudes inmobiliarios junto con un ex colaborador de ETA
Gonzalo Tores Pulido ser¨ªa capaz de vender la plaza de Cibeles. Y quiz¨¢ habr¨ªa quien se la comprara. Sin darse cuenta, claro. Eso dicen quienes le conocieron y han visto c¨®mo este hombre les vend¨ªa un espejismo y les despojaba de su dinero. Un hombre que parad¨®jicamente es agente de la escala b¨¢sica del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa -inscrito en la Unidad de Protecci¨®n Est¨¢tica de Edificios- y suspendido de sus funciones desde hace aproximadamente ocho meses, seg¨²n fuentes cercanas a la investigaci¨®n. Ahora, la polic¨ªa lo busca. Tores Pulido naci¨® en Toledo en 1949. Y su historial tiene tantas ramas como tent¨¢culos un pulpo. El m¨¢s reciente: enga?ar a A.G.U., un constructor madrile?o al que Tores, quien se hac¨ªa pasar por abogado, y Jos¨¦ Antonio Iturzaeta Ugartemendia, detenido en 1987 por colaboraci¨®n con ETA, intentaron vender una finca propiedad del Ministerio de Defensa por 2.000 millones de pesetas. El terreno est¨¢ ubicado entre Pozuelo de Alarc¨®n y Madrid, y ocupa unos 200.000 metros cuadrados, pero Tores y su c¨®mplice s¨®lo pretend¨ªan vender una parte: 23.000 metros cuadrados, en los que aparentemente se pod¨ªan construir unas 200 viviendas privadas.La opci¨®n de compra se llev¨® a cabo el pasado 25 de junio en una notar¨ªa de la calle de O"Donnell. El constructor llev¨® consigo 100 millones en dos cheques. Durante la firma, el notario observ¨® que faltaba el registro que certificase que la finca en cuesti¨®n estaba a nombre de Jos¨¦ Antonio Iturzaeta, como ¨¦ste le hab¨ªa asegurado antes. Las dudas no bastaron, sin embargo, para que el empresario se echara atr¨¢s. "Si sal¨ªa bien ¨ªbamos a tener trabajo para tres o cuatro a?os", cuenta. Dos d¨ªas despu¨¦s descubri¨®, con horror, que hab¨ªa ca¨ªdo en una burda trampa.
A Iturzaeta lo detuvo la polic¨ªa el pasado 1 de julio, pero su socio, Gonzalo Tores, desapareci¨® sin dejar rastro. Antes de huir alcanz¨® a llevarse 40 millones de pesetas. Curiosamente, el mismo d¨ªa en que la polic¨ªa capturaba a Iturzaeta, la Audiencia Provincial de Madrid sentenciaba a Tores Pulido a siete a?os de prisi¨®n por un delito de estafa cometido entre 1992 y 1994. Tores hab¨ªa enga?ado a 23 personas, a las que despoj¨® de 53 millones de pesetas. Les convenci¨® de que compraran unos terrenos en Mejorada del Campo donde iba a construir unas 40 viviendas.
Cambio de abogado
El auto de apertura del juicio oral por estos hechos se dict¨® el 8 de octubre de 1996, pero Tores consigui¨® dilatarlo dos a?os. Para ello cambi¨® 10 veces de abogado y 12 de procurador. Finalmente se sent¨® en el banquillo en abril de este a?o, pero ya en 1998 varios afectados aseguraron haberlo visto vistiendo su uniforme y portando el arma de dotaci¨®n. Tores era entonces una rara mezcla entre estafador y polic¨ªa. Ir¨®nicamente, a Tores lo proteg¨ªan las normas. En su caso se aplica una ley seg¨²n la cual la separaci¨®n definitiva del cuerpo de polic¨ªa s¨®lo podr¨¢ producirse cuando la sentencia reca¨ªda en el ¨¢mbito penal sea firme. Antes, imposible. Por eso solicit¨® su reingreso en el cuerpo policial hasta cuando saliera la sentencia, que se hizo p¨²blica el pasado 1 de julio. Aunque le cayeron siete a?os, Tores anunci¨® que recurrir¨ªa la decisi¨®n. En la polic¨ªa tiene cinco expedientes abiertos y est¨¢ suspendido de sus funciones. Sin embargo, como agente en n¨®mina sigue recibiendo la parte de su sueldo que le corresponde."El poco dinero que ten¨ªamos se lo llev¨®". A Andr¨¦s M. todav¨ªa se le eriza la piel cuando recuerda aquellos oscuros episodios que marcaron su vida y la de su familia. Por un anuncio en prensa descubri¨® lo que ¨¦l cre¨ªa que era una oportunidad ¨²nica para conseguir una buena vivienda. Era un terreno en Mejorada del Campo que Gonzalo Tores se encarg¨® de promocionar como si del para¨ªso mismo se tratara. "Tuvimos algunas reuniones en las que lleg¨® a preguntarnos c¨®mo quer¨ªamos la piscina y el garaje. Era encantador y nos envolvi¨®, no nos dimos cuenta c¨®mo", cuenta Andr¨¦s. En aquella ¨¦poca, 1992, ¨¦l y su familia pagaron 1,8 millones de pesetas. "Dos a?os despu¨¦s, nos dimos cuenta de que se trataba de una estafa. A m¨ª y a los otros nos dej¨® completamente arruinados", dice Andr¨¦s. "Yo creo que ese hombre podr¨ªa ser ministro o presidente, tiene una labia que impresiona", a?ade el afectado. Otros como ¨¦l cayeron ante las palabras de Tores. Su aspecto siempre pulcro, su vestir elegante y sus buenas maneras hac¨ªan imposible cualquier duda. "Ese hombre nos dej¨® en la calle. Como nosotros ¨¦ramos muy pobres y necesit¨¢bamos la casa, ca¨ªmos en su red. De verdad es una persona de la que no desconfiar¨ªas, hablaba tan bien, era encantador", recuerda Teresa C., otra de las afectadas.
Las cartas de Tores siempre fueron las mismas: un gran virtuosismo para atrapar a sus v¨ªctimas; Pero tambi¨¦n era fr¨ªo y distante. "No recuerdo un solo d¨ªa en el que este hombre hubiera perdido los papeles", se?ala una afectada m¨¢s. Pilar A. lo evoca as¨ª: "La ¨²ltima vez que lo vimos, durante el juicio, parec¨ªa como de piedra. Era impresionante. Tan templado, tan calmado, como si la cosa no fuera con ¨¦l".
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