Tour fin de siglo
ERA IMPORTANTE para el deporte de alta competici¨®n que este Tour fin de siglo que concluy¨® ayer marcara un nuevo comienzo tras el esc¨¢ndalo del dopaje del a?o pasado y la expulsi¨®n de Marco Pantani del Giro de este a?o. Por ello, y porque la gran carrera ciclista francesa se presentaba especialmente abierta, este Tour pod¨ªa hacer historia. En el primer apartado cabe aceptar que ha sido, como dice su director, Jean-Marie Leblanc, el Tour de la renovaci¨®n. Ning¨²n reo y una m¨ªnima agitaci¨®n sin fundamento sobre la orina del vencedor. Pero el que un oscuro ciclista franc¨¦s, Christophe Bassons, titular de una columna period¨ªstica en la que denunciaba ardientemente el dopaje, haya tenido que abandonar la carrera por la hostilidad de sus compa?eros prueba que la mayor¨ªa de los ciclistas se sigue considerando injustamente perseguida por el uso de estimulantes. La lucha contra el narcodeporte no ha hecho sino comenzar.En el aspecto deportivo, las cosas tambi¨¦n parecen ir hacia la renovaci¨®n. Un reciente desahuciado para el ciclismo, el norteamericano Lance Armstrong, ha ganado con autoridad, marcando la diferencia en la contrarreloj y regulando con suficiencia en la monta?a, a lo Indur¨¢in. Pero tambi¨¦n Ullrich parec¨ªa el sucesor del ciclista navarro en 1997, y en 1998, Pantani opt¨® al trono vacante. Hoy, el Tour no tiene due?o.
Los espa?oles son tambi¨¦n protagonistas de una cierta renovaci¨®n, pero como bloque. Escart¨ªn, el mejor ciclista ib¨¦rico desde la retirada del astro de Villava, es m¨¢s confiable y generoso en el esfuerzo que fulminante en la victoria; Olano ha demostrado que lo verdaderamente grande le viene siempre grande, y Casero es el ¨²nico que apunta hoy al futuro. Los conjuntos espa?oles han hecho un gran Tour ganando tres etapas, dos de ellas en l¨ªnea, y metiendo a tres hombres entre los 10 primeros, con Escart¨ªn en el podio. Como plan de equipo para las grandes vueltas, el espa?ol seguramente es el mejor de Europa. S¨®lo le falta un predestinado para este gran deporte donde se re¨²nen ¨¦pica y t¨¦cnica, profundidad estrat¨¦gica del l¨ªder y habilidad t¨¢ctica del bloque.
Ha estado bien este Tour como pr¨®logo del gran ciclismo que esperamos en el siglo XXI.
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