Ausencias

JAIME ESQUEMBRE Inconcebible. Hasta en el nacimiento de la primera biblioteca virtual del idioma castellano el PP ha practicado su acostumbrada pol¨ªtica del boicot a todo lo que huele al rector Pedre?o. Un acto, el de ayer, que registr¨® una importante concentraci¨®n de euritos, autoridades cient¨ªficas, acad¨¦micas, culturales y econ¨®micas, y al que declinaron asistir no ya el ministro de Cultura, que hubiera sido lo propio, sino el presidente de la Generalitat, su consejero de Cultura y hasta los mun¨ªcipes m¨¢s directamente relacionados con el campus universitario de Alicante. Una biblioteca global que nace a ambos lados del Atl¨¢ntico a la que, torpemente, dan la espalda los que la tienen m¨¢s cerca por cuestiones pseudopol¨ªticas de dif¨ªcil justificaci¨®n en este caso. All¨ª estaban, en primera fila y sin escatimar elogios a la iniciativa de Andr¨¦s Pedre?o, el acad¨¦mico de la Lengua Juan Luis Cebri¨¢n, el banquero-mecenas Emilio Bot¨ªn, los escritores Fernando Delgado y Vicente Verd¨², el director del Instituto Cervantes, Fernando Rodr¨ªguez de la Fuente; el presidente de los rectores espa?oles, Saturnino de la Plaza y, v¨ªa sat¨¦lite, Mario Benedetti y reputados hispanistas de diversas universidades del mundo. Pero ellos decidieron no participar del celebrado evento y ausentarse del hist¨®rico momento en que el vasto patrimonio literario en lengua castellana -de momento 2.000 t¨ªtulos de 400 autores y pronto hasta 30.000 obras- romp¨ªa toda barrera f¨ªsica imaginable y comenzaba su difusi¨®n m¨¢s completa. Se trata de un ambicioso proyecto de digitalizaci¨®n documental, de acceso gratuito, que nace con vocaci¨®n de defensa de la unidad del idioma que hablan cerca de 400 millones de personas. Unirnos m¨¢s, en definitiva, a trav¨¦s de la palabra, la sintaxis y de una gram¨¢tica que al parecer compartimos todos menos unos cuantos. Quiz¨¢s ah¨ª est¨¦ la clave: se trata de la biblioteca virtual Miguel de Cervantes. De fondos bibliogr¨¢ficos, de libros en la red. De Literatura con may¨²sculas. Y ellos no fueron.