Aprobado para Balic
Toshack utiliz¨® al bosnio en las dos bandas ante el Lausana
El Madrid domin¨® con facilidad a un rival blando en un partido que ha ofrecido pocas conclusiones. Se deduce que Helguera -sustituy¨® a Seedorf, y el hecho tiene fuerza de s¨ªmbolo- y Geremi tendr¨¢n un papel de peso en la pr¨®xima temporada. McManaman deber¨¢ ganar confianza en s¨ª mismo. Y, sobre todo, Balic dio muestras de que es un jugador ¨²til para Toshack, mitad vigor juvenil, un poco obrero y mitad zurdo estilista. El amistoso tuvo forma de regalo para el Real Madrid. Enfrente les esperaba un equipo que fue pen¨²ltimo en el ¨²ltimo campeonato de Primera Divisi¨®n suiza. El Lausanne fue un conjunto de chicos con recursos escasos que buscaron su oportunidad en los barullos del ¨¢rea madridista, o galopando en el espacio que se abr¨ªa entre el medio campo y Hierro.
LAUSANA 0 - REAL MADRID 1
Lausana: Zetzmann (Rapo); Iglesias (Ohrel), Zaric (Londono), Christ (Pizzinat), Rehn (Mazzoni); Vieira (Horjak), Mobwete (Hanzi), Karlen (Kuzba), Gomes (Magnin); Minasyan (Celestini), Shahgeldyan (Chow-Yuen). Real Madrid: Illgner; Salgado, Campo, Hierro (Savio, m. 80), Dorado (Jarni, m. 65); McManaman (Geremi, m. 60), Redondo, Seedorf, Balic; Ra¨²l (Julio C¨¦sar, m.82) y Morientes.Gol: 1-0. M.25. Morientes cabecea a la escuadra un servicio de Balic. ?rbitro: Philippe Leuba. Unos 3.000 espectadores en el estadio Ol¨ªmpico de La Pontaise, en Lausana (Suiza).
La placided de la reuni¨®n contrast¨® con episodios de violencia futbol¨ªstica en el ¨¢rea madridista, represalias de Hierro sobre el osado delantero Kuzba, contragolpes locales y manoplas de Illgner para salvar el invicto de su red. El medio-centro qued¨® taponado por Redondo, activo como en sus mejores d¨ªas con Capello y con la ayuda de Seedorf, reprogramado en busca de balones ajenos.
Quiz¨¢s el centrocampista holand¨¦s respondiera a las amenazas veladas de su t¨¦cnico, John Toshack, de cambiarle por Geremi en caso de que no se discipline en defensa. Seedorf fue uno de los mejores del Madrid, vigoroso y arrogante como siempre, levantando la vista para encarar la puerta contraria y abriendo el campo hacia McManaman o Balic.
No tard¨® en desdibujarse el Lausanne, y con la p¨¦rdida de frescura, antes del descanso, lo sorprendi¨® su patente mediocridad. Entonces Balic, que se internaba en una carrera por el borde izquierdo del ¨¢rea, elev¨® el bal¨®n en un centro perfecto a la frente de Morientes, para que cabeceara el primer gol del Madrid. Fue un premio a la insistencia de Balic, por mostrar su velocidad y su pericia en la combinaci¨®n de jugadas de ataque, sea con Ra¨²l o Morientes. El bosnio se luci¨® para satisfacci¨®n de su valedor Toshack.
La segunda parte desdibuj¨®el plantel madridista y el partido. Entonces el Lausanne cobr¨® algo de vida e inquiet¨® al Madrid.
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