Tres a?os despu¨¦s

S¨®lo faltaba exactamente un mes para que se cumpliera el tercer aniversario del excelente art¨ªculo de Mario Vargas Llosa Los inmigrantes, publicado por EL PA?S. En ese art¨ªculo, don Mario condensaba toda la problem¨¢tica de la inmigraci¨®n proveniente de pa¨ªses pobres, incluyendo su soluci¨®n: "... abrirles las fronteras comerciales, recibir sus productos", "... eran los tiempos de", "... ten¨ªamos un problema y lo hemos solucionado".Las cosas poco han cambiado, y tres a?os despu¨¦s, Mario Vargas Llosa, con quien no siempre coincido, nos deja, seguro que emocionado, y para m¨ª emocionante, Los pies de Fataumata. De las varias facetas del art¨ªculo, me gustar¨ªa resaltar la comparaci¨®n entre La odisea de Ulises y la de la gambiana. Quiz¨¢ alguno crea que es disparatada, exagerada, incomparable con la cantada por Homero.

Yo invito a considerar que la de Fataumata es realmente bastante m¨¢s temeraria, arriesgada. Veamos: Ulises viajaba en su propio veh¨ªculo, acompa?ado por unos cuantos que le serv¨ªan y defend¨ªan. Sospecho que el viaje desde Gambia no tendr¨ªa tan favorable compa?¨ªa. Al griego lo esperaban una fiel esposa, un palacio y un tesoro real. A Fataumata, por ahora, el hospital de Girona, por m¨¢s que tense la cuerda del m¨¢s duro de los arcos. Cu¨¢ntos cantos de sirena habr¨¢ tenido que escuchar sin que nadie la aferre al palo mayor, con cu¨¢ntos gigantes de uno o m¨¢s ojos habr¨¢ tenido que luchar (y lo tendr¨¢ que seguir haciendo)..., s¨®lo que, como al griego, de su odisea tambi¨¦n se hizo un canto, quiz¨¢ breve, pero hecho tambi¨¦n por un inmortal; todo un Premio Cervantes, un acad¨¦mico, ha cantado, Fataumata, la tuya y la de tantos como t¨²... Qu¨¦ bien lo ha hecho, y no es poco.- .