La Arena de Verona festeja a sus divos
200 fotograf¨ªas reflejan los ¨²ltimos 50 a?os del festival europeo de ¨®pera m¨¢s popular
Cuando s¨®lo ten¨ªa 16 a?os, la soprano Cecilia Gasdia logr¨® colocarse como extra en la Arena de Verona. De mera comparsa acabar¨ªa convirti¨¦ndose en diva de la ¨®pera. "Ahora recuerdo a los grandes cantantes como si los viera con aquellos ojos de adolescente: Pl¨¢cido Domingo, Luciano Pavarotti, Katia Ricciarelli, Jos¨¦ Carreras, Ruggiero Raimondi, Montserrat Caball¨¦...". Una gran exposici¨®n fotogr¨¢fica festeja en Verona, hasta el 29 de agosto, a los divos que crearon la leyenda dorada del colosal anfiteatro romano.
Los nombres citados por Cecilia Gasdia, y muchos otros cantantes, salvo Caruso, han actuado en la Arena de Verona. La exposici¨®n E lucean le stelle, 50 a?os de ¨®pera en la Arena recorre sus rostros, sus actitudes fuera y dentro de la escena, y su capacidad para tranformarse en personajes extremos y arrebatadores, Otelo, Carmen, Rigoletto, Mim¨ª...Organizada por el Centro Internacional de Fotograf¨ªa Scavi Scaligeri, en colaboraci¨®n con la Fundaci¨®n Arena de Verona, la muestra repasa los ¨²ltimos 50 a?os de uno de los centros de atracci¨®n tur¨ªstica m¨¢s importantes del verano italiano, un encuentro de casi dos meses de duraci¨®n, considerado por unos como una Scala al aire libre y por otros como los sanfermines del Bel canto (en el anfiteatro caben 20.000 espectadores en cada representaci¨®n diaria).
El festival de ¨®pera comenz¨® en 1913, cuando el tenor veron¨¦s Giovanni Zenatello regres¨® a su ciudad de origen despu¨¦s de una triunfal carrera en Am¨¦rica. Por curiosidad prob¨® la ac¨²stica arranc¨¢ndose a cantar el aria Celeste Aida. Su voz reson¨® hasta en la ¨²ltima grada, amplificada por la piedra. Decidi¨® organizar una representaci¨®n de Aida tan espectacular como el propio anfiteatro para celebrar el centenario del nacimiento de Verdi, que se conmemoraba ese a?o. Desde entonces, la temporada s¨®lo se ha interrumpido por las dos guerras mundiales.
La leyenda de la Callas
Precisamente, la exposici¨®n se detiene especialmente en su ¨¦poca dorada, tras la II Guerra Mundial. El 2 de agosto de 1947, Maria Callas debutaba en la Arena en el papel protagonista de La Gioconda. Nac¨ªa un mito del siglo XX. "Callas hac¨ªa milagros. No era porque cantara un papel u otro, ni porque tuviera una voz ¨²nica, que pod¨ªa ser penetrante y desplegarse en una gran coloratura que acariciaba las piedras de la Arena. Tampoco era por su espectro de voz, que demostraba ser vers¨¢til y ¨¢gil. Era, simplemente, porque ella estaba all¨ª, con sus expresiones y sus gestos. Su memoria no se desvanece", dice el cr¨ªtico Armando Torno.El propio Pavarotti recuerda c¨®mo en ning¨²n otro teatro del mundo se pod¨ªan vivir situaciones como la que ¨¦l mismo protagoniz¨® en 1980 durante una representaci¨®n de La Gioconda: "Como suele ocurrir en los teatros al aire libre, en el cielo aparecieron unos grandes nubarrones y poco despu¨¦s ca¨ªa un chaparr¨®n que hizo que los m¨²sicos literalmente volaran. Justo en el momento en que me dispon¨ªa a cantar Cielo y mar -a¨²n no hab¨ªa emitido ni una sola nota- alguien apareci¨® con un paraguas invit¨¢ndome a que continuara. Cant¨¦ la pieza hasta el final paraguas en mano... y sin orquesta. S¨®lo continu¨® el pianista".
La exposici¨®n muestra el trabajo de los fot¨®grafos Gaetano Richelli (suyas son las im¨¢genes m¨¢s evocadoras, que llegan hasta mediados de los sesenta) y Gianfranco Fainello, el actual fot¨®grafo de la Fundaci¨®n Arena de Verona, encargado de registrar los montajes m¨¢s recientes. Richelli capta con su c¨¢mara al p¨²blico en las gradas y a los divos en el gigantesco escenario. Luego hurga entre bambalinas y sale a la ciudad. El espect¨¢culo est¨¢ por todas partes, presidido por Aida, los elefantes y los dioses egipcios de cart¨®n piedra.
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