Visita a la historia

Todav¨ªa se desconoce qu¨¦ albergar¨¢ en su interior el palacio que se levant¨® en 1909, junto a otras construcciones adyacentes, con motivo de la Exposici¨®n Regional Valenciana de 1909. Ajenos a esta circunstancia que alguna vez tendr¨¢ que aclarar el Ayuntamiento de Valencia, la cincuentena de alumnos de la escuela taller contin¨²an los trabajos de rehabilitaci¨®n, una vez consolidada la deteriorada y fr¨¢gil estructura arquitect¨®nica del recinto que se edific¨® con premura para inaugurarlo para el citado acontecimiento. Ayer representantes del Consell Valenci¨¤ de Cultura (CVC), con su presidente a la cabeza, Santiago Grisol¨ªa, visitaron el palacio y comprobaron los adelantos realizados desde que hace un par de a?os se acercaron para interesarse por el estado de una edificio cuyo futuro no estaba muy claro. Los consejeros prestaron especial atenci¨®n a la restauraci¨®n de las vidrieras, una labor artesanal a la que se dedica un grupo de j¨®venes aprendices en una espaciosa sala. "Lo que hace un alumno en cuatro horas, lo har¨ªa un oficial en un hora, pero la verdad es que los chicos est¨¢n aprendiendo muy bien el oficio y tampoco hay prisa", comentaba ayer un veterano obrero. Muy concentrados estaban ayer los futuros alba?iles, carpinteros, cristaleros o restauradores. "Es impresionante lo que est¨¢n haciendo y como est¨¢ quedando", se?alaba Grisol¨ªa, quien dijo que la alcaldesa deber¨¢ decidir el futuro de lo que fue la sede de la academia de polic¨ªa municipal, como indica un letrero con forma de semiarco colocado en la puerta. La gran amplitud de las estancias, los enormes ventanales, los mosaicos y la mamposter¨ªa llaman la atenci¨®n del visitante que ignora lo que le aguarda al penetrar en el palacio. Se calcula que faltan dos a?os para la finalizaci¨®n de la rehabilitaci¨®n. Entonces ya se sabr¨¢, se supone, cu¨¢l es el uso del edificio, que no destaca especialmente por su valor arquitect¨®nica, aunque s¨ª tiene inter¨¦s en este sentido. El prestigioso historiador galardonado con la alta distinci¨®n de la Generalitat Pere Maria Orts, propuso, ya hace tiempo, que destinaran este palacio y los edificios anexos construidos para la Exposici¨®n de 1909, que dejar¨¢n de albergar la f¨¢brica de Tabacalera en el a?o 2000, para ubicar la Biblioteca Valenciana. Finalmente se ha optado por Sant Miquel dels Reis, un espl¨¦ndido monasterio que tiene el importante inconveniente de estar emplazado en una zona perif¨¦rica de la ciudad de inc¨®modo y dif¨ªcil acceso. Muy cerca del Palacio de la Exposici¨®n se encuentra uno de los m¨¢s ricos tesoros culturales y patrimoniales de los valencianos, el Arxiu del Regne de Val¨¨ncia. La gente ubica de inmediato la Piscina Valencia, pero no as¨ª el Arxiu, se quejaba ayer una de sus responsables a los miembros del CVC, quienes aprovecharon la ma?ana para visitar tambi¨¦n estas instalaciones que se han quedado francamente peque?as para almacenar todo el material que poseen, desde pergaminos del siglo XIII, como el de Jaume I que hace la demarcaci¨®n del castillo y la villa de Andilla, hasta documentaci¨®n de la administraci¨®n perif¨¦rica del Estado en la provincia de Valencia, pasando por mapas y planos de la ciudad o procesos de los juzgados, adem¨¢s de material diverso, procedente, por ejemplo, de donaciones. La documentaci¨®n del Arxiu ocupa los 15 kil¨®metros lineales de estanter¨ªas de su capacidad. Destacan, sin duda, los documentos que exped¨ªa la Cancelleria Reial. De titularidad estatal, pero transferida la gesti¨®n a la Administraci¨®n auton¨®mica, el Arxiu del Regne de Val¨¨ncia naci¨® en 1419, cuando Alfons el Magn¨¤nim dispuso que toda la documentaci¨®n y los registros de las Cortes, los de la Cancelleria y los procesos de la Audi¨¨ncia Reial relativos al Reino de Valencia o a valencianos se copiaran en libros registros separados de los generales de la Corona de Arag¨®n. Todo ello se deb¨ªa guardar en el antiguo y destruido Palacio Real, que ya guardaba un archivo con anterioridad. El edificio actual fue inaugurado en 1965. En los ¨²ltimos a?os, las consultas de los investigadores se han triplicado, lo que, unido al aumento continuo de los fondos, aconseja dotar al Arxiu de m¨¢s personal y espacio.