El PP mantiene los escoltas privados a todos sus cargos electos en Euskadi

Aunque hace m¨¢s de un a?o que no se registran atentados mortales y casi 11 meses desde que ETA declar¨® su tregua, los dirigentes del PP en el Pa¨ªs Vasco no se f¨ªan y siguen sin poder vivir con la relajaci¨®n de una persona normal. El Cuerpo Nacional de Polic¨ªa y la Ertzaintza han ido retirando los servicios de seguridad a muchos de sus cargos electos, en la actualidad unos 280. Sin embargo, la direcci¨®n del PP mantiene la contrataci¨®n de escoltas privados para todos, aunque con menor dedicaci¨®n a los elegidos tras el 13-J.

El presidente de los populares guipuzcoanos, Ricardo Hueso, acudi¨® el pasado lunes a la sede nacional del partido para entrevistarse con el secretario general, Javier Arenas, con dos asuntos que tratar. Por un lado, quer¨ªa expresarle su voluntad de mantenerse en ese cargo si la direcci¨®n le respalda, aunque, por imposici¨®n del ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, ya est¨¢ casi decidida la nominaci¨®n para el mismo de Mar¨ªa San Gil, candidata a la alcald¨ªa de San Sebasti¨¢n en las elecciones del 13-J. Por otro, pretend¨ªa saber si los responsables de seguridad le daban permiso para relajar algo los autocontroles diarios que practican los cargos electos en Euskadi.Hueso s¨®lo se llev¨® una respuesta clara en lo referente a la segunda cuesti¨®n. Nada de relax. Las normas internas sobre seguridad siguen vigentes. La te¨®rica tregua no significa todav¨ªa nada real, y menos tras atentados como el ocurrido el jueves pasado en la sede de Barakaldo. Los insultos, las amenazas y las agresiones verbales son habituales en muchos ayuntamientos y los concejales del PP los han sufrido recientemente; por ejemplo, en la tomas de posesi¨®n de sus puestos.

Desde hace unos meses, sin embargo, numerosos dirigentes del PP vasco practican de hecho una regulaci¨®n de las medidas de seguridad. La direcci¨®n nacional les mantiene la escolta privada, pero ellos son conscientes, porque se les ha alertado, de que el Cuerpo Nacional de Polic¨ªa y la Ertzaintza les han reducido su contravigilancia.

El PP ten¨ªa hasta las pasadas elecciones municipales en Euskadi un total de 212 cargos, de los cuales 166 eran ediles. Tras estos comicios, dispone de 223 concejales y unos 280 cargos. Casi todos ellos han tenido en alg¨²n momento cobertura de seguridad sufragada por el partido y as¨ª contin¨²an. Un despliegue que supuso un gasto de 1.500 millones de pesetas en 1998.

Esa protecci¨®n no ha variado para todos los que a¨²n siguen siendo altos cargos. Porque en el PP vasco, y especialmente en Guip¨²zcoa, a pesar de los problemas que hubo de nuevo para rellenar las listas, se han ca¨ªdo de las candidaturas algunas personas que han desaparecido del panorama pol¨ªtico por razones internas no explicadas. Y este asunto enlaza directamente con la segunda preocupaci¨®n que Hueso le traslad¨® a Arenas.

La crisis larvada en el PP guipuzcoano desde el asesinato de Gregorio Ord¨®?ez por parte de ETA, en 1995, no se solvent¨® en el anterior congreso provincial con Hueso. El ministro Jaime Mayor Oreja promueve ahora a Mar¨ªa San Gil, pero esa soluci¨®n tampoco contenta a todos los sectores.