En Suecia el amor es privado

Anna Morin, periodista de 26 a?os, se vino de Suecia a Alicante para aprender castellano en la universidad. Bajo el sol que calienta como jam¨¢s lo har¨¢ en su pa¨ªs, las parejas cocinan su amor sobre el c¨¦sped que cubre el campus y esta periodista de 26 a?os no puede evitar sonrojarse. "Se supone que los suecos estamos muy liberados sexualmente, pero en Suecia no ves a la gente abraz¨¢ndose por la calle. Por eso cuando veo a las parejas pienso: "?pero qu¨¦ est¨¢n haciendo?", dice. La pasi¨®n latina no es para las suecas. Pero el Mediterr¨¢neo tiene otras virtudes menos perturbadoras para los suecos y la que m¨¢s fascina a Anna Morin es el clima. Est¨¢ muy contenta de que Alicante haya sido su destino como estudiante, y el inusual moreno de su piel indica que ha aprovechado tanto la playa como los intercambios de conversaci¨®n con una estudiante valenciana, a trav¨¦s de los cuales ha podido conocer varios aspectos de la cultura de este rinc¨®n del planeta, una oferta que no hallaba en sus clases, centradas exclusivamente en la gram¨¢tica castellana. En Alicante, Anna ha encontrado "muy buenas amigas y gente que gesticula y chilla mucho". Tambi¨¦n el piropo a pie de calle, que experiment¨® especialmente en Sevilla cuando visit¨® esta ciudad con una amiga sueca. No ha hecho mucho turismo. De Espa?a conoce tambi¨¦n Barcelona. En la Comunidad Valenciana ha hecho algunas excursiones a La Marina con el trenet y tambi¨¦n al Valle de Ayora, donde pas¨® un fin de semana. Tiene algunas amistades aqu¨ª, pero la mayor parte del tiempo lo pasa con sus compa?eras de piso, tambi¨¦n suecas. Por eso conserva sus h¨¢bitos culinarios, aunque de vez en cuando intentan cocinar platos t¨ªpicos como la inevitable paella. Sobre todo, respeta los horarios de comida de su pa¨ªs por una simple cuesti¨®n org¨¢nica: a mediod¨ªa el est¨®mago le pide comer, y cenar a las cinco de la tarde. A Anna no le interesa la pol¨ªtica pero, como buena periodista, s¨ª se preocupa por tener unas nociones b¨¢sicas de qui¨¦n gobierna en la Comunidad Valenciana y qu¨¦ ideolog¨ªas se esconden tras las siglas de los partidos. Peri¨®dicos espa?oles s¨®lo lee cuando debe traducir alg¨²n art¨ªculo en clase, porque todav¨ªa le falta vocabulario y le resulta costoso leer en espa?ol. Lo que m¨¢s le gusta. Anna echar¨¢ de menos el clima de Espa?a. Todo indica que prefiere el sol al r¨ªgido invierno de las latitudes polares. "Quiz¨¢ en un futuro, si mejoro mi espa?ol, busque trabajo en Espa?a o en Sudam¨¦rica", especula. Lo que menos. La forma lasciva en que la miran los ciudadanos de edad mediana. Anna, rubia y con rasgos n¨®rdicos, comprueba por s¨ª misma que los t¨®picos que corr¨ªan sobre sus paisanas en los a?os del destape merced a hitos del celuloide ib¨¦rico como C¨¢sate con una sueca y ver¨¢s o Que vienen las suecas siguen frescos en las telara?as neuronales de algunos cincuentones. Costumbres que se llevar¨¢ consigo. En general, Anna ha conservado en Alicante las costumbres con las que se cri¨® en Suecia. Cuando vuelva, se llevar¨¢ algunos recuerdos en la mochila. "Me encanta que aqu¨ª la gente baile en cualquier bar. All¨ª es todo m¨¢s ordenado: hay bares para bailar y bares para charlar. Yo bailar¨¦ en todos y la gente pensar¨¢ que estoy loca", asegura. ?Algo m¨¢s? La receta de la paella, claro. C¨®mo nos ve. Si Anna tuviera que elegir una palabra que definiera a los valencianos ser¨ªa "liberales", ya que en su opini¨®n aqu¨ª se practica mucho el vive y deja vivir. Le sorprenden algunas situaciones, pero se adapta.