M¨¢laga muestra los mejores documentos gr¨¢ficos sobre Picasso

,"A Picasso no le gustaba hacerse fotos: s¨®lo sab¨ªa lo que significaban esas im¨¢genes". Eso dice a sus 69 a?os el franc¨¦s Andr¨¦ Villers, uno de los hombres que mejor fotografi¨® a Pablo Picasso y su entorno. En la sala Alameda de la Diputaci¨®n de M¨¢laga se muestran, hasta el 29 de agosto, copias realizadas entre 1953 y 1961 en tres localizaciones: el pueblecito de Vallauris, en la regi¨®n de Mougins, Niza y Cannes. Las fotograf¨ªas recogen escenas cotidianas del entorno vital del pintor, quien protagoniza la gran mayor¨ªa de las im¨¢genes.

Las piezas expuestas, que est¨¢n entre el documento y la falta de pretensi¨®n, reproducen escenas familiares, de vecindad, de amistad, de creaci¨®n, de fiesta o de vac¨ªo, como prueban esas fotograf¨ªas del estudio del pintor donde Villers parece querer encontrar el enigma de la infinita creatividad del artista. Dice Villers que de aquel Picasso, que con 72 a?os y toda la fama imaginable se interes¨® inmediatamente por las incipientes fotograf¨ªas del enfermizo muchacho, aprendi¨® el significado de la palabra libertad. Y tambi¨¦n a descubrir y apreciar el arte contempor¨¢neo. Picasso no s¨®lo le dio al aprendiz una oportunidad de trabajar con ¨¦l -los collages que hicieron juntos, que no aparecen en esta muestra comisariada por Fernando Franc¨¦s, fueron fant¨¢sticos- sino que le abri¨® una puerta al gran arte y a gentes que cambiar¨ªan su vida: Jacques Prev¨¦rt, Louis Arag¨®n, Jean Cocteau, Hans Hartung, Fellini, Leo Ferr¨¦, Mir¨®... "Desde que lo conoc¨ª, cuando sucede algo inesperado yo y mi familia decimos "mer?i, Pablo", y siempre es as¨ª", comenta. Villers no cree que sea m¨¦rito de los grandes fot¨®grafos que capturaron en sus negativos a Picasso las diferencias de mirada: "Era Picasso el que se comportaba de forma distinta con cada uno de nosotros". Las fotograf¨ªas de Villers son diferentes a las de Douglas Duncan, Brassa?, Man Ray, Cartier-Bress?n, Lucien Clergue o Robert Doisneau, siendo algunas, como son, obras redondas de fot¨®grafos maestros. Pierre Daix, uno de los primeros bi¨®grafos de Picasso da una clara respuesta: "La naturalidad. Esas fotos nos llevan a la duraci¨®n. De un golpe estamos aqu¨ª, simplemente elevando la voz, como si Picasso viviera y fuera a darse cuenta de nuestra presencia y hacernos una se?al de entrar. Las fotos de Villers conservan el calor de esta vida como si no hubiese nada parecido en ninguna otra". Picasso dej¨® mirar a Villers su absoluta intimidad sin importarle nada. Posiblemente, Picasso supo que el muchacho, condenado a una enfermedad cr¨®nica toda su vida, ser¨ªa el mejor testigo de su lado m¨¢s humano, m¨¢s tierno, m¨¢s afable. El mismo Villers lo dice: "Nunca he conocido a nadie m¨¢s generoso que Picasso, todas esas cosas de su crueldad son falsas, muchos intentaron hacerle da?o tras el libro de Fran?oise Gillot. Yo no conoc¨ª a ese Picasso". Y luego, mucho m¨¢s modesto, ofrece su versi¨®n para explicar el inter¨¦s por sus fotograf¨ªas: "Esas fotos atraen porque es Picasso el que est¨¢ en ellas, porque est¨¢ su descomunal obra detr¨¢s, y todo el mundo lo conoce; no hay otra cosa".