El Ejecutivo canario teme que las islas se conviertan en nueva ruta de pateras

El n¨²mero de pateras con inmigrantes clandestinos que arriban a Canarias ha aumentado durante este a?o. "El Estrecho de Gibraltar est¨¢ cercado y nuestro litoral es complejo; por eso hemos trasladado nuestra preocupaci¨®n a las autoridades del Estado y estamos incrementando esfuerzos en materia asistencial", dice el consejero de Empleo y Asuntos Sociales, Marcial Morales. M¨¢s de 200 inmigrantes irregulares han sido detenidos en los ¨²ltimos seis meses.

Con s¨®lo 15 a?os, Rachid Bouroch abandon¨® la casa de su familia en Guelmime, camino de El Aai¨²n. Rachid fue tras los pasos de uno de sus hermanos, que vive desde hace a?os en Canarias. Seg¨²n el jefe de la Cruz Roja de Fuerteventura, Juan Manuel Le¨®n, los familiares avisaron al hermano de Rachid de que el joven estar¨ªa en Lanzarote en unos d¨ªas. Nunca lleg¨® vivo. El 24 de julio, la patera en la que viajaba con otros 20 magreb¨ªes intentaba adentrarse en la costa de Fuerteventura aprovechando la oscuridad, cuando unas luces les asustaron. Convencidos de que hab¨ªan sido descubiertos, se dejaron arrastrar por el p¨¢nico y algunos cayeran al agua. No sab¨ªan nadar. La tragedia se llev¨® a Rachid y a otros ocho inmigrantes irregulares. Cinco m¨¢s est¨¢n desaparecidos. En Fuerteventura esta tragedia no ha sorprendido. Desde que en 1994 una patera con siete saharauis llegara a sus costas, los majoreros han asistido a la consolidaci¨®n de la isla como la antesala europea de los inmigrantes irregulares. Durante 1995 y 1996 la localizaci¨®n de este tipo de embarcaci¨®n fue espor¨¢dica: tan s¨®lo doce. Sin embargo, la frecuencia aument¨® incesantemente y el perfil de los inmigrantes cambi¨®. De los magreb¨ªes que hu¨ªan del Gobierno marroqu¨ª (fundamentalmente l¨ªderes de la Rep¨²blica ?rabe Saharaui Democr¨¢tica) se pas¨®, a partir del 1997, a los inmigrantes marroqu¨ªes que no escapaban m¨¢s que del hambre y el desempleo. Es dif¨ªcil determinar la cantidad de inmigrantes irregulares que viven en Fuerteventura o en Lanzarote. Cruz Roja, C¨¢ritas y la Comisi¨®n Espa?ola de Ayuda a los Refugiados acogen y apoyan a los ilegales hasta que las autoridades resuelven sobre su situaci¨®n. "Muchos no son detenidos y viven en condiciones infrahumanas", asegura la Cruz Roja. Hay quienes sospechan que en Fuerteventura hay una comunidad ¨¢rabe que sobrepasa los 4.000 miembros, de los que 2.000 estar¨ªan al margen de cualquier control policial. La Delegaci¨®n del Gobierno en Canarias rechaza las cifras de las ONG y asegura que "si fuera cierto que en Fuerteventura hay m¨¢s de 2.000 personas en situaci¨®n irregular habr¨ªa un estallido social". Seg¨²n responsables de Cruz Roja, la mayor¨ªa de los inmigrantes son de la provincia de Gueldim. "Al parecer", cuenta Juan Manuel Le¨®n, "son reclutados en el interior del S¨¢hara y Marruecos". La aventura les cuesta 4.000 dirhams (unas 70.000 pesetas). En tres o cuatro horas dan con el objetivo perseguido: el faro de Antallana. La ruta es relativamente sencilla, lo que sumado a las crecientes dificultades que las pateras est¨¢n encontrando en el Estrecho de Gibraltar -pese a que 48 inmigrantes han sido detendios a bordo de tres embarcaciones durante el pasado fin de semana en Almer¨ªa- pudiera convertir a Canarias, distante un centenar de kil¨®metros de las costas africanas, en la nueva autopista de la inmigraci¨®n ilegal. Mientras las islas occidentales -Tenerife, La Gomera, El Hierro y La Palma- se mantienen fuera del circuito, en Lanzarote y Fuerteventura las cifras se han disparado. Si entre 1994 y 1996 llegaron a ambas islas 16 pateras y fueron detenidos 58 inmigrantes, s¨®lo en 1997 la cifra de detenidos ascendi¨® a 112, situ¨¢ndose en 1998 al borde de los 400. Para el Gobierno aut¨®nomo es s¨®lo el comienzo. M¨¢s de 200 ilegales han sido detenidos en s¨®lo seis meses de este a?o. El Gobierno canario, varios sindicatos y ONG exigen medidas inmediatas. "Nos estamos convirtiendo en la puerta alternativa de los inmigrantes en su camino hacia Europa. Podemos ser desbordados por la situaci¨®n", afirma el secretario general de UGT en Tenerife, Jos¨¦ Luis Mart¨ªn.