Fotos en la Espa?a de Franco
JOSU BILBAO FULLAONDO No todo se acaba en Pamplona despu¨¦s de las fiestas de San Ferm¨ªn. El Museo de Navarra mantiene en sus salas, hasta el pr¨®ximo 22 de agosto, una exposici¨®n de fotograf¨ªas sobre La Espa?a de Franco. Esta muestra itinerante, recopilada por Publio Lopez Mondejar, nos refresca la memoria de una etapa amarga. Escenas de una dictadura desconocida por los m¨¢s j¨®venes y olvidada con frecuencia por los mayores. M¨²ltiples aspectos de la vida de aquellos a?os convertidos hoy en documentos clave para la mejor comprensi¨®n de la historia de Espa?a y tambi¨¦n la de su fotograf¨ªa. En aquel p¨¢ramo cultural surgido de la guerra civil, todas las expresiones culturales y art¨ªsticas sufrieron una autentica par¨¢lisis. La fotograf¨ªa no fue una excepci¨®n. Con todo, alguna de sus ventanas busc¨® nuevos caminos y, sin poder escapar de su inminente car¨¢cter realista, lleg¨® a captar impactantes momentos de nuestra realidad social. Ejemplos de este tipo podemos encontrar en el Museo de Navarra. Tomas realizadas por autores an¨®nimos que, bien por sus limitaciones t¨¦cnicas o por la escasa exigencia de su humilde clientela, escaparon de la artificiosidad comandada por un pictorialismo folkl¨®rico sin ninguna enjundia, c¨®mplice en los salones del poder y ajeno al acontecer de la calle. La muestra y su cat¨¢logo est¨¢n compartimentados en distintos apartados. Uno de ellos esta dedicado al pictorialismo. Destacan Joaqu¨ªn Pl¨¢ Janini y Jos¨¦ Ortiz de Echag¨¹e. Partiendo de una recalcitrante mitologizaci¨®n triunfalista se evoluciona hacia temas m¨¢s pintorescos y folkl¨®ricos donde se exaltan costumbres y tradiciones. Esta labor de idealizaci¨®n, y la insustituible colaboraci¨®n de la censura, hizo que otras formas creativas insinuadas por las vanguardias en d¨¦cadas anteriores quedasen al margen de los aires que se respiraban en el resto de Europa. Temas tan recurridos como el desnudo quedaron circunscrito en ¨¢mbitos muy restringidos. Hubo que esperar a los a?os del turismo y "planes de desarrollo" para que las fronteras filtrasen nuevas semillas creativas. Por lo que respecta al retrato de estudio no sufri¨® innovaciones con respecto a los a?os anteriores. El cliente deb¨ªa quedar siempre satisfecho de su aspecto. Para ello se recurr¨ªa a una est¨¦tica donde primaban ligeros desenfoques. Un desvanecimiento en la imagen que dulcificaba los rostros. Por su parte, retratistas ambulantes llegaban a los puntos m¨¢s remotos. Patios de escuelas, plazas y soportales serv¨ªan de improvisados plat¨®s que se decoraban con fondos desgastados por uso y los caminos. Hubo que esperar la llegada de algunos j¨®venes innovadores como Oriol Maspons, Alberto Schommer o Leopoldo Pom¨¦s para cambiar una tradici¨®n anquilosada en poses y formas. El documentalismo y el periodismo gr¨¢fico completan el conjunto de esta did¨¢ctica colecci¨®n. Las fotos elegidas, con cierto grado de intencionalidad, describen la ¨¦poca de manera contundente. Los presos pol¨ªticos en el antiguo penal Puerto de Santamar¨ªa forman alineados en el patio con su pelo rapado al cero. El comedor del Auxilio Social en Lorca (Murcia), presidido por un retrato del caudillo, otro de Jos¨¦ Antonio Primo de Rivera y un escudo con el ¨¢guila imperial, acoje at¨®nitos, mirando absortos a la c¨¢mara con gesto pat¨¦tico, a los ni?os pobres all¨ª acogidos. En una espl¨¦ndida instant¨¢nea, la escolta protectora impide a la mujer de un preso entregar una carta al general Franco. El Cara al sol se canta con la mano levantada. Como s¨ªmbolo de acatamiento a la ley divina, en una calle de Vitoria el coronel Arciniega se arrodilla ante del Nuncio del Vaticano, Monse?or Antoniutti, y besa su anillo de oro. Se trata de una recopilaci¨®n detallada y loable que completa dos entregas anteriores. Con esta se completa una trilog¨ªa bajo el titulo: Las fuentes de la memoria . Tres piezas bibliogr¨¢ficas clave para el estudio y la profundizaci¨®n en la Fotohistoria, una disciplina que pide m¨¢s iniciativas investigadoras de este tipo.
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