Unas manchas absurdas
, MadridJavier Sotomayor, Soto, Titi o Saltomayor, como tambi¨¦n se le conoce, cumplir¨¢ 32 a?os el 13 de octubre y est¨¢ en la recta final de su carrera. Sea error por un t¨¦ de coca, o pura coca¨ªna, es una mancha inesperada para un historial inmaculado. Hace cinco temporadas que termin¨® de subirse a lo m¨¢s alto del list¨®n y entonces, adem¨¢s de ganar ya todo lo importante, y de colocar el r¨¦cord del mundo a los todav¨ªa inalcanzables 2,45 metros, fueron abandonando las pistas sus ¨²ltimos enemigos m¨¢s directos, el sueco Patrick Sj?berg o los alemanes Dieter M?genburg y Carlo Thr?ndhardt. Por eso, a¨²n ahora segu¨ªa siendo el favorito en cualquier prueba. Ha sufrido derrotas, pero era la primera apuesta siempre. Un caso asombroso de longevidad ins¨®litamente estropeado. Algo parecido a lo sucedido con Linford Christie, que estaba fuera de su tiempo (su carrera ya fue tard¨ªa) y haciendo galas retirado a los 39 a?os.
M¨¢s que inesperadas, ambas son manchas absurdas y que vienen a abonar, sobre todo en el caso de Christie, el escepticismo l¨®gico sobre las haza?as de los grandes atletas. ?Descuidos de ¨²ltima hora al no limpiar a tiempo productos ingeridos? La duda vuelve a ser razonable. Ben Johnson cay¨® en Se¨²l, pero el mismo Christie rond¨® entonces un camino similar con un caso de ginseng muy particular, que se sobresey¨®. Campe¨®n ol¨ªmpico y mundial, s¨®lo le falt¨® la plusmarca. Su enorme musculatura en sus 1,88 metros pod¨ªa plantear tantas dudas de que hubiera sido ayudada a formarse artificialmente como la de Johnson. Ya nadie puede garantizar la verdad en la ¨¦lite.
Un saltador "bajo"
Dudas aparte ?por qu¨¦ ha sido tan bueno Sotomayor, curiosamente el m¨¢s bajo de los principales saltadores de los ¨²ltimos tiempos? Mide 1,95 metros, frente a los 2,01 de M?genburg, por ejemplo. Pero tiene una extraordinaria flexibilidad y coordinaci¨®n de movimientos para convertir su mayor velocidad en elevaci¨®n a la hora de atacar el list¨®n. Incluso despu¨¦s de una lesi¨®n en el tend¨®n de Aquiles, redujo sus zancadas de nueve a siete y con ellas bati¨® su ¨²ltimo r¨¦cord. Adem¨¢s, es de una frialdad asombrosa y ese car¨¢cter le permite una concentraci¨®n fant¨¢stica. Tambi¨¦n eso le sirvi¨® a Christie para demostrar a partir de los 26 a?os que a¨²n pod¨ªa llegar a la cumbre. Y lo logr¨®. Tuvo el m¨¦rito de llegar a imponerse a los omnipotentes estadounidenses tras llegar a los siete a?os de su Jamaica natal (como Johnson a Canad¨¢) trayendo sus fibras r¨¢pidas gen¨¦ticamente seleccionadas durante generaciones para la velocidad pura. Pero ha tenido demasiadas veces conflictos (incluso racistas) por defender sus derechos y demostrar despu¨¦s su calidad en la pista. Su carrera ha sido sufrida y ahora manchada cuando ya estaba de vuelta. ?Fue toda verdad?A Sotomayor, al menos, a¨²n le llaman El pr¨ªncipe del Limonar, el pueblo en que naci¨®, a 20 kil¨®metros de Matanzas, entre La Habana y Varadero. Y solamente Principito tras serle concedido el premio Pr¨ªncipe de Asturias de los Deportes en 1994, cuando fue preferido incluso antes que Carl Lewis.
Es una ca¨ªda de trono para un campe¨®n inmaculado. Ya nada ser¨¢ igual. Ni en Cuba, ni en Guadalajara, donde los atletas cubanos tienen su campo base de entrenamiento y concentraci¨®n durante la temporada europea, ni en Salamanca, sobre todo, su lugar m¨¢gico. Lo de Christie ya es otra cosa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.