El juez tambi¨¦n acusa de malversaci¨®n a cuatro altos funcionarios de Barcelona

El titular del juzgado de instrucci¨®n n¨²mero 14 de Barcelona, Adolfo Fern¨¢ndez Oubi?a, comunic¨® ayer a cuatro t¨¦cnicos municipales la imputaci¨®n de un presunto delito de malversaci¨®n de caudales p¨²blicos por su supuesta participaci¨®n en la adjudicaci¨®n directa en 1995 de un contrato para la limpieza de los veh¨ªculos de la Guardia Urbana de la ciudad. En las diligencias practicadas hasta ahora, el juez acusaba a estos t¨¦cnicos municipales de prevaricaci¨®n, pero ayer decidi¨® ampliar los cargos cuando ¨¦stos acudieron al juzgado acompa?ados de sus abogados para que se les notificara formalmente la acusaci¨®n. En el caso est¨¢n implicados tambi¨¦n la concejal de Movilidad y Seguridad, Carme San Miguel, y el regidor del distrito de Horta-Guinard¨® de aquella ¨¦poca, Albert Batlle, que ha citado a final de mes para cumplir el mismo tr¨¢mite, adem¨¢s de un quinto t¨¦cnico municipal. Las personas contra las que el instructor ampli¨® ayer los cargos son Delf¨ªn Carod Felipe y Alfredo Morales Gonz¨¢lez, directivos de la Sociedad Municipal de Aparcamientos y Servicios, adem¨¢s de los jefes de servicio de la Guardia Urbana Salvador Espadal¨¦ y Josep Munt. A los dos primeros, se les acusa de conceder, por delegaci¨®n de San Miguel, la explotaci¨®n de un garaje p¨²blico a la empresa Our Company SL, sin que mediara concurso y pese a que la sociedad carec¨ªa de licencia. En cuanto a los segundos, el instructor considera que firmaron un contrato con la misma sociedad, tambi¨¦n de forma directa, por la que se concedi¨® la exclusiva para el lavado de 135 veh¨ªculos de la Guardia Urbana. Fuentes judiciales han explicado que lo que ha llevado al juez a ampliar los cargos es la discrepancia sobre el precio anual que se pagaba por cada coche. Los t¨¦cnicos municipales aseguran que fueron 21.000 y uno de los socios de la empresa beneficiaria lo cifr¨® en 11.000 pesetas. En el auto de imputaci¨®n el juez asegura que eran ambas cantidades. La primera, como cuota anual y la segunda, por cada vez que se realizaba una limpieza.