Una estocada espectacular gan¨® la tarde

Los toros de Jos¨¦ Ortega S¨¢nchez no tuvieron ni fuerza ni chispa. El cuarto y el sexto fueron mansos, pero de los que no dan un mal derrote. El toro m¨¢s potable fue el sobrero de Andr¨¦s Ramos. El Cordob¨¦s en su primero estuvo a la par que el toro: sin enterarse de qu¨¦ iba la tarde. En su segundo fabric¨® una faena con las dos manos, sacando algunos derechazos y naturales de cierto temple, pero todo ello sin ligar en absoluto. En ese segundo toro debe agradecerle a su pe¨®n El Pere los modos de llevar la lidia de la res.El triunfador de la tarde se llama Jos¨¦ Ignacio Ramos, y es el torero de la tierra. Lance¨® muy bien a su primero y dio dos buenos pares de banderillas y un tercero, de dentro afuera, muy buenos; a su faena le falt¨® ligaz¨®n. En su segundo con las banderillas super¨® la actuaci¨®n del toro anterior. Dos pares buenos y uno excelente fueron muy aplaudidos. En la faena a este segundo toro la inici¨® con unos estatuarios con los pies asentados en la boca de riego. Luego forj¨® naturales y derechazos, con entrega, aunque sin acoplarse con el toro. Hizo una labor correcta, mas no sobresaliente. Despu¨¦s de unas ce?idas manoletinas se emple¨® con la espada de manera muy espectacular. Entrando a matar como un jabato. Ah¨ª estuvo la clave de eso que se puede llamar una corrida de toros, un detalle, un instante fulgurante.

De Rivera Ord¨®?ez hay que destacar que en su segundo toro, que pod¨ªa parecer complicado, no hizo mella en ¨¦l y trat¨® de torearle de manera ortodoxa, con cierta exposici¨®n de su f¨ªsico.

El rejoneador Leonardo Hern¨¢ndez estuvo muy torero con los primeros rejones y con las banderillas. L¨¢stima que fallara un poco con el rej¨®n de muerte.