La marea que no cesa

Al sur de este pa¨ªs hay mucha gente intentando atravesar la frontera. Personas como el senegal¨¦s Yere Balde, de 36 a?os, que vivi¨® en nueve meses m¨¢s que muchos en toda una vida. Chavales como Khalid, el marroqu¨ª de 18 a?os que cruz¨® la frontera junto a otros nueve oculto en un cami¨®n frigor¨ªfico que transportaba tomates y, llegando a Ja¨¦n, cuando estaban a punto de morir congelados, abrieron un boquete en el techo y escaparon. Son gente como Malouk Armand, un camerun¨¦s de 24 a?os que, con el hambre a cuestas, atraves¨® Chad, Nigeria, N¨ªger, Argelia y Marruecos, donde conoci¨® las c¨¢rceles de Nador, Ushda y Aahfir, regres¨® como expulsado a Argelia, trabaj¨® all¨ª durante un mes para conseguir algo de dinero y lleg¨® por fin a Ceuta. Cuando rozaba con los dedos el sue?o europeo, cay¨® enfermo, con "bolsas de agua alrededor del coraz¨®n". No fue f¨¢cil para ninguno llegar. "Tienes que estar siempre calculando, planeando c¨®mo se puede entrar. Todos los d¨ªas. Tienes que pensar: ?estoy cansado o no?, ?tendr¨¦ fuerzas para continuar?, ?tendr¨¦ suerte?", explica el nigeriano Henry Amen. ?l, que hab¨ªa empezado a estudiar Farmacia en su pa¨ªs, tambi¨¦n logr¨® unirse un d¨ªa al grupo de 80.000 o 100.000 inmigrantes que el Gobierno calcula que viven sin papeles en Espa?a. Pero otra gente, como Yaguine Koita y Fod¨¦ Tounkara, los dos j¨®venes guineanos hallados muertos el pasado lunes en un avi¨®n que aterrizaba en Bruselas, s¨®lo consiguen unirse al grupo de los muchos que regresan a su pa¨ªs con los pies por delante. Sus c¨¢daveres fueron repatriados ayer. Historias como la de Yaguine y Fod¨¦ no impiden que chiquillos, j¨®venes y mayores en ?frica sigan planeando d¨ªa a d¨ªa, noche tras noche, vivir en Europa.