Relevo

DE PASADAHa de ser duro abandonar un lugar o un cuerpo deseado cuando tanto se ha deseado y se ha tenido cerca. Es dif¨ªcil renunciar cuando se ha cre¨ªdo que esa persona, ese cargo nos estaba asignado de por vida. Animales de h¨¢bitos somos: es comprensible. Si hay quien llora porque le quitan el ficus de su calle (se est¨¢ pudriendo uno de los mejores ejemplares de M¨¢laga que est¨¢ en la Plaza del Teatro) no digamos nada de lo que le puede entrar a una criatura cuando tiene que dejar la vara de mando. Los que saben, repiten que eso del poder engancha y nadie lo proh¨ªbe. Que te llamen presidente y no Paco El Peste, te r¨ªan los chistes, tengas ch¨®fer, salgas en la tele... Acabas creyendo que eres mucho mejor que el resto. Y no quieres dejar de serlo. -Hemos picado con el pacto anti-Gil; nos han echado malamente. Lo dec¨ªa el martes, el d¨ªa del relevo de la Diputaci¨®n de M¨¢laga, Luis V¨¢zquez Alfarache, del PP. Fue ¨¦l quien encarg¨® a Paco Hern¨¢ndez pintar el mural de la Virgen de la Victoria para el Centro Cultural Provincial. Aquel mural -por su contenido religioso y adem¨¢s porque no es bueno- lo criticaron los socialistas en su d¨ªa. Pero mucho se teme que ahora que gobiernan coaligados dejen la sixtina donde Luis de M¨¦dicis la puso, que a ver qui¨¦n tiene ovarios de levantar la imagen de ?la patrona de M¨¢laga! Laicismo rociero, ora pro votis. Destituir un cargo de confianza es m¨¢s f¨¢cil que trasladar una pintura. V¨¢zquez, que le gustaba que le llamase presidente hasta el perro, dej¨® el cargo pataleando. El socialista Juan Fraile, con esa cara entre personaje de Dick Tracy y ni?o de colegio rural de posguerra (las huellas de los granos, la raya fija, las orejas separadas por tirones de cura), fue magn¨¢nimo. Al cabo su partido, con Pepe Asenjo en plan renove, volv¨ªa a controlar y Luis¨¦s se retrataba solo. Solo no: antes de irse convenci¨® a los anteriores presidentes de Diputaci¨®n -los socialistas Enrique Linde, Luis Pag¨¢n, Antonio Maldonado y Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz Povedano- para que aceptaran retratarse por pintores malague?os: tradici¨®n que se trunc¨® cuando la Caja de Ahorros Provincial se escindi¨® de Diputaci¨®n y se dej¨® de pagar el cuadro. As¨ª que para ser retratado por Revello de Toro, don Luis toc¨® la vanidad ex presidencial. Todos asintieron: una forma de no irse nunca. Claro, que hubiera sido m¨¢s barata una pintada en el retrete.