Eclipse
El d¨ªa en que medio mundo ador¨® al sol y muchos pa¨ªses se quedaron a oscuras, el Occidente m¨¢s desarrollado regres¨® al pasado por el camino del tiempo y mir¨® al cielo como si fuera un indio precolombino. La fantas¨ªa era contemplar un eclipse de sol, el ¨²ltimo del milenio, en el que algunos pamplinas de la moda y otros tontos de baba de sectas precivilizadas, creyeron ver anuncios apocal¨ªpticos. Al final, el techo del cielo no se hundi¨® y las estrellas siguieron bailando el vals sinf¨®nico de la perfecci¨®n por los tejados del cosmos. No pas¨® nada extraordinario. Excepto que a la hora de la manzanilla y las gambas la luz del mediod¨ªa se desmay¨® con un no se qu¨¦ de oto?o y extra?eza. En Sanl¨²car, el vino de las bodegas no se remont¨® y las pijotas de la lonja no presentaron mutaciones relevantes, m¨¢s all¨¢ del adobo emplomado que pudieran detectarse en las coquinas liberadas por la Consejer¨ªa de Salud. Manolo Vidal segu¨ªa encerrado ultimando su libro y ?ngel Ojeda se levantaba muy temprano para practicar sus dos deportes favoritos: el swing del golf y el swan proustiano de la b¨²squeda del tiempo perdido. Todo tan abominablemente normal que hasta la vovi del parqueo del piojito sanluque?o ofrec¨ªa gafas homologadas a quien quisiera ver el escaqueo solar. Los caballos encastados que corren por la playa amanecieron serenos, sin que el eclipse hubiera mojado sus desayunos en el aj¨ª guaguao de las influencias lun¨¢ticas. Corrieron por las riberas del r¨ªo haciendo su entreno diario y reposaron el resto de la jornada a la espera del segundo ciclo de las carreras. M¨¢s inquieto estaba Miguel S¨¢nchez Delage, presidente de la Sociedad Sanluque?a de Carreras de Caballos, que buscaba el brillo del dinero entre las sombras alargadas del poder: Medel, Pepe N¨²?ez... La sociedad que preside est¨¢ por levantarle un homenaje al caballo sobre bronce de Olivera. Hombre, el otro d¨ªa tuvo a mano a Pepe Recio, que ve¨ªa las carreras agarrado a las riendas de un escoc¨¦s con mucha agua. Pero el dinero sanluque?o es muy t¨ªmido y los capitales m¨¢s desenvueltos de este para¨ªso andan eclipsados por sus dudosos or¨ªgenes. Son esos capitales los que se guardan en contenedores de basura y se entierran en los viveros de los v¨ªales de la eurogrifa. Flor del dinero negro que si tuviera que levantarle un homenaje al caballo no se lo har¨ªa precisamente al que montaba Carudel.J. F?LIX MACHUCA
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