La noruega se queda a pesar del ruido

En Noruega, Evy Kristin Forland no viv¨ªa en el campo, pero no estaba acostumbrada a convivir con el ruido. "Aqu¨ª no hay tranquilidad, siempre hay mucho ruido, y a veces echo de menos el silencio", dice. Es la ¨²nica queja que es capaz de formular, porque, por lo dem¨¢s, asegura que se encuentra tan bien en Benidorm (La Marina Baixa), que no piensa regresar a Noruega. "No, no, yo me quedo en Benidorm", dice. Evy est¨¢ encantada y piensa fijar su residencia en la Comunidad Valenciana. "Mi sue?o ser¨ªa vivir en un chal¨¦ en L"Alf¨¤s del Pi", revela. Pero no siempre pens¨® en Espa?a como su lugar ideal para vivir. De hecho, que su empresa, el operador tur¨ªstico Startours, le ofreciera irse a Benidorm no le hizo la m¨¢s m¨ªnima gracia. "Cuando trabaj¨¦ en Tenerife me llev¨¦ una mala impresi¨®n de Espa?a. No sab¨ªa espa?ol y me dejaban de lado", rememora. Es un rechazo que no ha hallado en Benidorm, donde es m¨¢s f¨¢cil suplir con la ayuda del ingl¨¦s las carencias de su todav¨ªa primerizo castellano. "Es todo mucho m¨¢s positivo de lo que pensaba. Me gustan m¨¢s los valencianos que los tinerfe?os", opina. Evy quiere desmontar un mito de los noruegos. "Dicen que somos fr¨ªos y reservados, pero una vez que se nos conoce no es as¨ª. Lo que pasa es que tardamos en coger confianza. Los valencianos, sin embargo, son m¨¢s r¨¢pidos: hablas un rato y te conviertes en su amiga", expone. Para ser justa, tambi¨¦n argumenta algo contra la tradicional fama de los espa?oles entre los europeos gracias al ingenio de Mariano Jos¨¦ de Larra. "En Noruega piensan que los espa?oles siempre dicen ma?ana, ma?ana, y eso no es del todo cierto", dice. Evy matiza: "En Espa?a da la impresi¨®n de que nada supone un problema. Ahora bien, cuando hay un problema, es el m¨¢s grande del mundo", dice. ?Y c¨®mo lo demostramos? "Hablando y gesticulando mucho", afirma. Evy reconoce que no lee mucha prensa espa?ola porque le resulta dif¨ªcil entender el espa?ol. No obstante, intenta estar siempre informada de lo que ocurre en Benidorm y Noruega, porque su trabajo lo exige. Lo que m¨¢s le gusta. "Benidorm no es grande, pero tienes de todo", explica. Evy ha encontrado una cierta estabilidad tras los trastornos de su vida como gu¨ªa. "Viv¨ªa con una maleta y aqu¨ª he encontrado amigos y amigas, un sitio para vivir donde hay de todo", explica. Adem¨¢s, destaca aquello que no puede encontrar en Noruega: un invierno suave y una playa en la que poderse ba?ar. Algo a lo que jam¨¢s llegar¨¢ a acostumbrarse. El desayuno espa?ol no es suficiente para los noruegos. Nada de caf¨¦ con algo de boller¨ªa. "Yo necesito pan noruego y zumo de naranja, necesito mantequilla, mermelada, quesos y pat¨¦", enumera. Adem¨¢s, echa de menos la leche noruega, que encuentra muy distinta a la espa?ola. Evy lo tiene f¨¢cil para mantener esa costumbre: en la Marina Baixa, especialmente en la localidad de L"Alf¨¤s del Pi, reside una multitudinaria colonia de noruegos, por lo que hay supermercados con sus productos. Algo que eche de menos. Ver pel¨ªculas en ingl¨¦s. "Quiz¨¢ con el tiempo me haga instalar una antena parab¨®lica en mi casa para poder ver la televisi¨®n noruega", especula. No es s¨®lo que el idioma sea todav¨ªa para ella un problema, sino que prefiere las pel¨ªculas en versi¨®n original a las dobladas. As¨ª nos ve. Muy abiertos y dados a la risa. Evy ha podido conocer espa?oles desde que vive en Benidorm, ya que cuando trabaj¨® en Tenerife y Mallorca apenas tuvo tiempo de relacionarse. Concluye que somos muy simp¨¢ticos.