El Celta no cede en su exhibici¨®n

1 DEPORTIVO CELTA 3Nada detiene al Celta en su fulgurante pretemporada. Ayer marc¨® otro hito para el recuerdo: se present¨® en el coso m¨¢s hostil, el de su gran rival gallego, dej¨® la papeleta en resuelta en veinte minutos y luego aguant¨® con profesionalidad un partido que no fue propiamente amistoso: acab¨® con siete tarjetas. El Deportivo se qued¨® sin respuesta ante un adversario que a su art¨ªstico f¨²tbol ha unido una formidable contundencia.El Celta ha engrasado su mecanismo con tal perfecci¨®n que ya no importa que se cambien las piezas, porque el conjunto funciona siempre sin chirriar. Ayer, V¨ªctor dej¨® fuera del equipo a Revivo, Mc Carthy y Gustavo L¨®pez, tres de los m¨¢s destacados en la imponente pretemporada celtista, y el equipo sigui¨® a lo suyo: tocando el bal¨®n, presionando muy arriba y mareando al rival. Karpin, un tipo con calidad y mucho car¨¢cter -se le ve en la cara que para ¨¦l no hay amistosos- est¨¢ cada vez m¨¢s metido en su papel del l¨ªder del equipo y dirigi¨® las operaciones. Y junto a ¨¦l brillaron los nuevos. Entre ellos, el argentino Turd¨® y el ecuatoriano Kaviedes, dos chicos de 21 a?os que parecen representar estilos contrapuestos: el uno tira a guerrillero y el otro a fino. Ambos marcaron, al igual que Celades, aunque el tanto del barcelonista result¨® incomparable por su espectacularidad: un trallazo desde fuera del ¨¢rea que entr¨® por la escuadra.

El Deportivo hab¨ªa salido con cierto ritmo. Djalminha, sustituto de Fran en la izquierda, y V¨ªctor profundizaron por las bandas, y el Celta pas¨® alg¨²n apuro en los primeros minutos. Pero el Deportivo pareci¨® asustarse cuando C¨¢ceres avis¨® con un cabezazo al palo tras el saque de una falta. Y en cuanto lleg¨® el gol de Kaviedes, el equipo de Irureta se desvaneci¨®. El enfrentamiento entre las dos parejas de medio centros -Mauro Silva y Jaime contra Celades y Makelele- se sald¨® escandalosamente a favor de los celestes, y hasta el tramo final de la primera parte el Deportivo se limit¨® a asistir a la sinfon¨ªa de toques del Celta.

En cuanto el Deportivo perdi¨® la fuerza y el Celta recuper¨® el hilo, lleg¨® el tercer gol visitante, tras una espl¨¦ndida sucesi¨®n de toques que llev¨® el bal¨®n de banda a banda. A la desesperada, el Deportivo se encomend¨® a las genialidades de Djalminha. De una de ellas, naci¨® el gol blanquiazul.