Darwin, depurado
Dice el gobernador de Kansas: "Hemos llegado a una tr¨¢gica, embarazosa soluci¨®n a un problema que no exist¨ªa". S¨ª exist¨ªa: muchas personas creen que la creaci¨®n del hombre es fruto de un designio y de una decisi¨®n, y les parec¨ªa que la teor¨ªa evolucionista era una ofensa a la ¨²nica ense?anza aceptable, la b¨ªblica. La C¨¢mara de Educaci¨®n de Kansas ha decidido que eso es as¨ª, y que, a partir del curso 2000-2001, los colegios de los 304 distritos escolares supriman la ense?anza de la evoluci¨®n tal como se desarroll¨® a partir de Darwin.La discusi¨®n que empez¨® el siglo pasado parec¨ªa perdida, pero va ganando. En el Estado de Nuevo M¨¦xico, la cuesti¨®n est¨¢ en los tribunales: varias instancias han fallado ya en el sentido de que la creaci¨®n es solamente una teor¨ªa religiosa sin valor cient¨ªfico, o que puede incorporarse dentro de la evoluci¨®n; pero la batalla no ha terminado. Lo mismo ha ocurrido en Nebraska. Pero el asunto de Kansas les va a dar ¨¢nimo. La C¨¢mara tiene 10 miembros: seis de ellos son religiosos y conservadores (de los dos partidos) y han ganado a los otros cuatro. Morris, vicepresidente de la comisi¨®n, explica: "Creo que Kansas ha dado un gran paso adelante para producir buenos estudiantes, buenos pensadores y buenos cient¨ªficos". En Alabama, los fundamentalistas han conseguido que sea obligatorio incluir en los libros de texto de ciencias la advertencia de que la teor¨ªa de la evoluci¨®n es una hip¨®tesis "controvertida", no demostrada.
El problema se plante¨® en Europa en el mismo momento en que Darwin regres¨® de su largo viaje en el Eagle con los datos suficientes, antes intuidos por otros y luego por otros desarrollado, y las religiones dominantes se encontraron una vez m¨¢s con que se perd¨ªa el control de los textos sagrados. Como con Galileo, tan fastidioso, o con Cop¨¦rnico, y con algunos menos nombrados y por tanto m¨¢s f¨¢cilmente quemables en la hoguera.
Los creacionistas sostienen que su convicci¨®n de que el mundo fue creado por Dios en siete d¨ªas, como dice el G¨¦nesis, es m¨¢s fiable que las fantas¨ªas de los cient¨ªficos, incluyendo los creyentes revisionistas: se refieren a ese sector del pensamiento teol¨®gico de los dos grupos dominantes, el protestante y el cat¨®lico, que han buscado v¨ªas de conciliaci¨®n entre su fe y sus conocimientos. As¨ª apareci¨®, entre otros grandes literatos, Teilhard de Chardin: "La fe necesita toda la verdad", dec¨ªa en La aparici¨®n del hombre, y su idea de la criatura era la de que ha evolucionado tan poco en tantos siglos que se podr¨ªa decir que todos somos contempor¨¢neos. Naturalmente, Franco y sus consejeros religiosos no creyeron jam¨¢s unas tonter¨ªas semejantes: la creaci¨®n era la de Ad¨¢n y Eva y todo lo dem¨¢s es error, y as¨ª se ense?aba a los ni?os. Ni Teilhard ni nada: s¨®lo lo adoptaron los cat¨®licos progres, que tambi¨¦n ten¨ªan su angustia de cohonestar ciencia y religi¨®n. Eso formaba parte de la naturaleza del r¨¦gimen: pero que se vea aparecer ahora en Estados Unidos es algo m¨¢s que un salto atr¨¢s, como dir¨ªa Mendel: es un hecho peligroso. El salto atr¨¢s en Estados Unidos es, continuamente, hacia el Antiguo Testamento. Es algo que va en detrimento no s¨®lo del sentido com¨²n, de lo que se sabe -mientras se sepa- y se tengan evidencias -hasta que aparezcan otras-, sino que establece unos puntos de vista r¨ªgidos sobre la realidad del mundo. Sin necesidad de exagerar, ni mucho menos de creer que su gran pol¨ªtica econ¨®mica o militar o social vengan de tan arcaica inspiraci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.