Fotomat¨®n para el lince
Considerado como el felino m¨¢s amenazado del planeta, el lince ib¨¦rico ha visto reducida su poblaci¨®n a la mitad en la ¨²ltima d¨¦cada. Los expertos consideran que el n¨²mero de individuos se encuentra actualmente entre 600 y 800, cuando 10 a?os antes se cifraba en 1.200. Pero lo cierto es que se trata de estimaciones indirectas, ya que el car¨¢cter reservado, esquivo y astuto de este animal impide verlo con facilidad y explica que no se haya conseguido realizar ning¨²n censo exhaustivo de la especie, dificultando la realizaci¨®n de los ambiciosos proyectos existentes para evitar su extinci¨®n.Para conseguir determinar el n¨²mero exacto de ejemplares, identific¨¢ndolos individualmente y controlando su ubicaci¨®n y vicisitudes, Pablo Pereira, del ¨¢rea de manejo de fauna del parque nacional de Do?ana, puso en marcha en marzo de 1998 un sistema de autofotograf¨ªa, en la zona de El Acebuche, que ha demostrado ya su eficacia y se extender¨¢ el pr¨®ximo oto?o a todo el parque nacional para efectuar un barrido completo de la poblaci¨®n de lince que en ¨¦l habita.
Se trata de un sistema fotogr¨¢fico instalado permanentemente en una determinada zona y camuflado convenientemente. La c¨¢mara se dispara mediante un sensor de pisada instalado bajo una trampa, sin necesidad de capturar al animal para su marcaje, como se hace habitualmente, y eliminando as¨ª los riesgos de da?os y estr¨¦s que ello conlleva. Para atraer a los linces se ha instalado una estaci¨®n con orina de la especie, habi¨¦ndose comprobado que es capaz de atraer a cualquier lince que pase a unos cincuenta metros de distancia, desvi¨¢ndolo de su ruta.
"Instalamos el primer equipo a mediados de marzo de 1998 y a finales de ese mes ya ten¨ªamos varias fotograf¨ªas", dice Pereira. En noviembre pasado instalaron otros tres equipos y el seguimiento efectuado desde entonces ha permitido conocer con precisi¨®n a los cuatro ejemplares que habitan la zona de El Acebuche. "Se trata de un macho residente de unos cuatro a?os, una hembra residente de unos siete a?os y dos j¨®venes de unos diez meses".
Cada individuo se reconoce porque el dise?o de las manchas de su lomo es exclusivo de cada ejemplar y funciona como su huella dactilar. El ¨²nico inconveniente es que el patr¨®n de los dibujos no es igual en ambos lados, por lo que es necesario ir comparando fotograf¨ªas hasta determinar el dibujo completo de cada individuo. Las fotograf¨ªas obtenidas son de suficiente calidad como para determinar el sexo, la edad y el estado f¨ªsico del animal, lo que permite realizar un censo completo y tambi¨¦n llevar un seguimiento de la evoluci¨®n de cada individuo.
Afortunadamente, el animal no parece prestarle mayor atenci¨®n al ruido producido por el disparo de la c¨¢mara ni a la luz del flas, lo que podr¨ªa reducir con el tiempo la eficacia del m¨¦todo.
"La idea es extender el sistema al resto del parque a partir de septiembre u octubre para hacer un barrido completo y repetirlo hasta llegar a un censo completo", dice Pereira.
Por su parte, los cient¨ªficos de la Estaci¨®n Biol¨®gica de Do?ana, del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC), han puesto a punto otro m¨¦todo que consiste en analizar el ADN de los linces a trav¨¦s de los excrementos que dejan. Este sistema permite realizar estimaciones r¨¢pidas y sencillas de la densidad relativa de la poblaci¨®n en un ¨¢rea determinada, mientras que la autofotograf¨ªa est¨¢ pensada para determinar el censo de forma individualizada.
"Los dos sistemas est¨¢n a punto y son complementarios; por eso queremos, despu¨¦s del verano, trabajar de forma combinada para poder aplicarlos m¨¢s tarde a toda la poblaci¨®n de linces espa?ola, para lo cual presentaremos el conjunto a las comunidades aut¨®nomas que poseen ejemplares . Entre ambos sistemas se puede conseguir una imagen global muy exacta de la poblaci¨®n de linces", explica Pereira. El coste del sistema es relativamente econ¨®mico, ya que cada equipo de autofotograf¨ªa cuesta unas 30.000 pesetas, importe que puede reducirse si se incrementa el n¨²mero de equipos. Consta de una c¨¢mara compacta con flas y autom¨¢tica; una caja para anclaje de la c¨¢mara, convenientemente sujeta al suelo, y un disparador de plancha, formado por dos placas de aluminio separadas por bandas de gomaespuma que hacen contacto cuando el animal las pisa.
La experiencia ha demostrado, adem¨¢s, que no s¨®lo el lince se siente atra¨ªdo por la orina de sus cong¨¦neres, por lo que se han capturado im¨¢genes de otros muchos animales carn¨ªvoros que han pasado por la trampa fotogr¨¢fica; entre ellos, tejones, meloncillos, jinetas, zorros, gatos monteses, nutrias, gatos dom¨¦sticos y perros. Se sabe que tambi¨¦n acude la comadreja, pero su escaso peso le impide llegar a activar el disparador.
El lince ib¨¦rico, Linx pardina, es un felino cinco veces m¨¢s corpulento que un gato com¨²n. Suele cazar con el sol bajo. Su dieta est¨¢ formada principalmente por conejos (87%), aunque tambi¨¦n come aves (7%), roedores (4%) e incluso ungulados de mediano tama?o (2%) y reptiles. Un macho adulto puede llegar a pesar 20 kilos, y una hembra, m¨¢s de 12. La longitud total del animal raramente supera los 110 cent¨ªmetros.
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