Vida despu¨¦s de la muerte en Rusia
El rublo barato, el petr¨®leo caro y la ayuda del Fondo Monetario Internacional reactivan la econom¨ªa rusa
El gobernador del Banco Central de Rusia, V¨ªktor Guer¨¢shenko, asegura que no habr¨¢ otra devaluaci¨®n del rublo como la que en agosto de 1998, unida al impago de la deuda interna, sumi¨® al pa¨ªs en su m¨¢s grave crisis econ¨®mica.Hace 11 meses, cuando el primer ministro, Sergu¨¦i Kiriyenko, abri¨® la caja de los truenos, nadie lo habr¨ªa cre¨ªdo. Ahora es diferente. El aumento del precio internacional del petr¨®leo (principal producto de exportaci¨®n), la decisi¨®n del Fondo Monetario Internacional de conceder 700.000 millones de pesetas en cr¨¦ditos y un cierto rigor en la gesti¨®n del Gobierno hace posible la vida despu¨¦s de la muerte en la econom¨ªa rusa. Guer¨¢shenko, un antiguo planificador sovi¨¦tico, no ha recurrido, contra la mayor¨ªa de los pron¨®sticos, a la emisi¨®n masiva de papel moneda. Adem¨¢s, el rublo lleva varios meses con un tipo de cambio casi estable, un poco por encima de las 24 unidades por d¨®lar. La Bolsa, tras una ca¨ªda en 1998 del 90%, ha experimentado en los seis primeros meses de 1999 (aunque partiendo de un nivel baj¨ªsimo) un aumento cercano al 150%, lo que la sit¨²a en cabeza de los mercados financieros mundiales.
El Gobierno ha empezado a pagar a tiempo sus salarios a pensionistas y empleados p¨²blicos, aunque siga pendiente el abono de atrasos de varios meses. La inflaci¨®n, que hace un a?o amenazaba con exigir el prefijo hiper, se ha reducido hasta el 1,5% mensual. Y, lo que es m¨¢s importante, la producci¨®n, que se tem¨ªa pudiera caer hasta cerca del 10%, promete experimentar un ligero crecimiento.
Hay todav¨ªa s¨ªntomas preocupantes, como la subida de la tasa de desempleo (en torno al 12,5% de la poblaci¨®n activa) o la falta de liquidez para hacer frente al servicio de la deuda externa, lo que ha provocado impagos, fundamentalmente en la deuda heredada de la URSS. Si no cabe hablar de una quiebra en toda regla, es porque los acreedores han preferido evitarla y renegociar.
Rusia sigue inmersa en la crisis, lo que, no obstante, tiene tambi¨¦n consecuencias positivas. La factura en d¨®lares de los atrasos salariales, por ejemplo, se ha reducido espectacularmente por el simple hecho de la evoluci¨®n del tipo de cambio del d¨®lar, devaluado en un 70% desde agosto de 1998. El encarecimiento de las exportaciones ha reducido el peso de ¨¦stas, lo que, autom¨¢ticamente, ha favorecido a las empresas rusas, que han aumentado su cuota de mercado.
'Boom' del autom¨®vil
Hay sectores, como el del autom¨®vil, que experimentan un boom sin precedentes, y en el que se exige ya el pago al contado, que deja atr¨¢s el sistema de trueque. Los veh¨ªculos rusos han multiplicado su atractivo, ya que no por su calidad, s¨ª por su precio, hasta seis veces inferior, a igualdad de cilindrada, al de uno extranjero.La mejor noticia para Rusia ha sido, no obstante, el espectacular aumento del precio del petr¨®leo, principal producto de exportaci¨®n del pa¨ªs m¨¢s extenso del planeta y que ha llegado en el momento justo, aumentando en un 90% los ingresos por este concepto en divisas fuertes, y en m¨¢s de un 700% en rublos respecto a agosto de 1998.
El man¨¢ negro no s¨®lo beneficia a las compa?¨ªas petroleras, que se hicieron con las perlas de un sector privatizado a precio de risa, sino tambi¨¦n al Estado, tanto por la v¨ªa de las tasas sobre las exportaciones como por la de impuestos directos sobre las petroleras.
Parad¨®jicamente, la buena noticia se est¨¢ traduciendo este verano en una mala: el desabastecimiento de combustible. Las grandes petroleras prefieren vender en el exterior, a 20 d¨®lares el barril, antes que al interior, donde el litro de gasolina de 95 octanos cuesta apenas 40 pesetas, menos de un tercio de la media europea. El Gobierno ha tenido que intervenir "amistosamente" ante los gigantes del sector para frenar una crisis que amenaza la actual cosecha, provoca cortes de suministros y proyecta una sombra ominosa sobre el pr¨®ximo y (como todos) crudo invierno.
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