Demasiada trivialidad

Demasiadas normas y pocos artistas de altura caracterizan, seg¨²n sus cr¨ªticos, al Fringe Festival de este a?o. El encuentro corre paralelo al que podr¨ªa denominarse Festival oficial de Edimburgo, y presume de haber atra¨ªdo siempre a la ciudad escocesa las obras m¨¢s innovadoras del panorama internacional. Sus propios int¨¦rpretes han repudiado ahora, sin embargo, las restricciones impuestas por la organizaci¨®n a su intento de convertir la calle en un escenario al aire libre. La famosa Milla Real, que une el castillo con el palacio de Holyroodhouse, acogi¨® el pasado jueves una airada y colorista manifestaci¨®n de actores cansados de no poder pintar en el suelo o tocar la gaita en cualquier rinc¨®n.Richard Demarco, catedr¨¢tico de Estudios Culturales Europeos en Surrey, tuvo una pronta respuesta: "no hace falta demostrar el talento a gritos". Como ha asistido a todas las ediciones, asegur¨® casi con solemnidad que el crecimiento del Fringe, con sus cerca de 15.000 int¨¦rpretes, puede acabar destruy¨¦ndolo. "Nada de lo presentado este a?o puede compararse a una joven Maggie Smith, hoy gran dama del teatro nacional, encarnando a la Se?orita Julia de Strindberg. O bien a Richard Burton y Claire Bloom, actores luego consagrados, como Hamlet y Ofelia", ha dicho.