"La danza cl¨¢sica se ve todav¨ªa en Espa?a como una afici¨®n"
Superado el tiempo en que los bailarines rusos acaparaban los mayores ¨¦xitos en el mundo, el bailar¨ªn Joaqu¨ªn de Luz (Madrid, 1976) opina que en el ballet ha llegado la hora de la pasi¨®n latina. De Luz, que a sus 23 a?os es bailar¨ªn solista en el American Ballet Theatre (ABT), dice que todas las compa?¨ªas contratan ahora bailarines hispanoamericanos. "Es como una revoluci¨®n porque a la gente le gusta que se le d¨¦ pasi¨®n. Nuestra danza surge espont¨¢neamente del coraz¨®n, nuestro toque es diferente, no somos introspectivos, sino abiertos. Los rusos cuentan con t¨¦cnica y elegancia, pero hay que conseguir que el p¨²blico sienta lo que siente el bailar¨ªn, y eso es lo que incorporamos nosotros, plasticidad", cuenta este bailar¨ªn, nacido en San Fernando de Henares (Madrid), que ha triunfado en Estados Unidos. Su imagen ha invadido durante dos meses las paredes y marquesinas de Nueva York con el anuncio de El ¨ªdolo de Bronce de La Bayad¨¨re, anunciando la temporada del Metropolitan. "Ahora me paran por las calles, me piden aut¨®grafos, y es que en EE UU el p¨²blico es muy agradecido. Eso se nota tambi¨¦n despu¨¦s de una actuaci¨®n. Los espectadores esperan a la salida para verte, algo que no ocurre en Europa. All¨ª son m¨¢s efusivos", opina. Sin embargo, el bailar¨ªn no pierde de vista la importancia de actuar en su pa¨ªs: "Es esencial venir a Espa?a, que te vea tu gente y poder trabajar con bailarinas con las que he crecido". Se refiere a Mar¨ªa Gim¨¦nez y Tamara Rojo, con quienes interpreta las coreograf¨ªas Diana Acteon y El cisne negro, que ayer representaron en Santander, ma?ana en Palma de Mallorca y los d¨ªas 21 y 22 en San Sebasti¨¢n. Joaqu¨ªn de Luz forma parte, como sus compa?eras, de ese grupo de bailarines reducido y disperso por las mejores compa?¨ªas del mundo. Como la mayor¨ªa, De Luz inici¨® su formaci¨®n a los nuevea?os en la Escuela de Danza de V¨ªctor Ullate. "Yo era un chico normal y me gustaba, sobre todo, jugar al f¨²tbol. Mi madre era la que bailaba y nos mand¨® a mi hermano y a m¨ª, como hobby, a la escuela. Yo, a esa edad, no me lo tomaba en serio, pero como hab¨ªa muchas chicas en la escuela, me lo pasaba mejor que en otros sitios y por eso segu¨ª; en cambio, mi hermano lo dej¨®", relata el bailar¨ªn que gan¨® en 1996 la medalla de oro en el segundo Concurso Internacional de Nureyev, en Budapest. En realidad, a Estados Unidos se fue a experimentar. "Hab¨ªa visto la t¨¦cnica balanchine (basada en la rapidez de las piernas), que es otra forma de sentir el cuerpo. Despu¨¦s, el director del Pensilvania Ballet me ofreci¨® un contrato de un a?o de bailar¨ªn principal. Hab¨ªa mucho repertorio que me gustaba: Copelia, La bella durmiente y, por supuesto, Cascanueces, que de esta ¨²ltima no se libra nadie. En Am¨¦rica hay como 120 producciones de esa obra; te la ponen de m¨²sica de fondo en todos los sitios". En cuanto a Espa?a, Joaqu¨ªn de Luz lamenta que no exista tradici¨®n de danza cl¨¢sica. Eso impide, entre otras cosas, que se forme un p¨²blico entendido, una mayor programaci¨®n de ese tipo de espect¨¢culos, a juicio del bailar¨ªn. "Hay que cambiar la mentalidad desde las escuelas, muchos ni?os van a clase de baile, pero ¨¦sa no es la base porque todav¨ªa en Espa?a se ve como una afici¨®n, y desde el Ministerio de Cultura se deber¨ªan dar las pautas para llegar a todo tipo de p¨²blico, no s¨®lo al moderno". El bailar¨ªn, que considera que a¨²n le queda mucho por aprender, se queda de momento en Nueva York. "Me tratan muy bien, las condiciones laborales son las mejores, se protege mucho al bailar¨ªn y el nivel de la ciudad es excelente. Adem¨¢s, aspiro a ser el bailar¨ªn principal".
Babelia
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