FIESTAS Vino, toros y m¨²sica

La Feria de Antequera es el reino del vino, los toros y la m¨²sica. Sobre estos tres cimientos se construye una fiesta c¨¢lida y familiar que dura seis d¨ªas; terminar¨¢ el domingo 22, con los fuegos artificiales que marca la tradici¨®n. Hasta entonces tiene usted la oportunidad de acercarse a esta feria pausada y llena de vida, en la que, como en las casas ordenadas, hay un lugar y una hora para cada cosa. Desde la una o as¨ª el visitante puede darse una vuelta por la Feria del Mediod¨ªa, en pleno centro hist¨®rico. Aunque esta modalidad se puso en pr¨¢ctica por primera vez hace s¨®lo seis a?os, disfruta de mucho ¨¦xito. Se desarrolla en casetas enclavadas en edificios del centro de la ciudad, tan monumental. As¨ª que llamarlas "casetas", igual que las de utiller¨ªa, parece un poco irreverente. Son lugares sombr¨ªos y frescos, techados, como la caseta de Santa Eufemia -una de las m¨¢s frecuentadas, que ocupa el lugar de una antigua f¨¢brica, con chimenea y todo- o cubiertos por un toldo misericordioso. Cada una identifica a sus visitantes con alg¨²n distintivo que se pega a la ropa: la de Santa Eufemia, que lleva las paredes decoradas con lunares, les regala un redondel rojo; la de Santiago, la cruz correspondiente. Otra los marca con la bandera de Ecuador (roja, amarilla y azul). El dinero recaudado en ella se destinar¨¢ a los m¨¢s necesitados de ese pa¨ªs americano. Y a juzgar por la cantidad de gente que llena la caseta, a Ecuador le ir¨¢ mejor en breve. Esta es una feria ecl¨¦ctica y relajada. Cada cual se viste y se adorna como quiere, lo que redunda en gran variedad de atav¨ªos (de gitana, de corto, de playa-piscina, de sport, de gran lujo). Se ven muchos j¨®venes, locales y visitantes; bastantes turistas estupefactos que preguntan a la polic¨ªa local d¨®nde hay un hotel y reciben cumplida explicaci¨®n acompa?ada de una mirada de conmiseraci¨®n, porque seguro que est¨¢ todo ocupado. Suenan sevillanas y canci¨®n latina, y Ricky Martin sigue siendo el rey. El momento ¨¢lgido de esta feria diurna se alcanza a la media tarde, sobre las cinco, cuando empieza a refrescar. Luego llega la hora de los toros. Y hoy hay un cartel de lujo, "hist¨®rico" para los entendidos. Curro Romero, Antonio Chenel Anto?ete y Rafael de Paula lidiar¨¢n a las 19.00 seis reses de la ganader¨ªa de El Pilar. Curro Romero y Anto?ete ya estuvieron aqu¨ª el a?o pasado por estas fechas, con gran ¨¦xito de cr¨ªtica y de p¨²blico. Esta vez se tratar¨¢ de nuevo de una corrida goyesca, que se hace a la moda y usanza del siglo XVIII, y que despierta pasiones. Espect¨¢culo taurino El espect¨¢culo est¨¢ a la vez dentro y fuera de la plaza. Para ver esta fiesta viene gente de muy lejos. Hay un gran trasiego de se?oras con peineta y mantilla, mucho movimiento alrededor de los puestos de venta de recuerdos taurinos... Es una excelente oportunidad para tomarse unos vinos y unas tapas en una taberna que est¨¢ en los bajos de la plaza. Ma?ana, a la misma hora, torear¨¢n Manuel D¨ªaz El Cordob¨¦s, Finito de C¨®rdoba y Javier Conde, con reses de Joaqu¨ªn Barral. Muy cerca de la plaza de toros, caminando por el Paseo Real, un parque decimon¨®nico y tranquilo, se llega al escenario que acoge la mayor parte de las actuaciones musicales. A las 21.00 horas habr¨¢ un espect¨¢culo infantil; a las 22.30, aparecer¨¢ la orquesta Mediterr¨¢neo; y a las 23.30, comienza la Noche Joven. Tocan dos bandas de rock de Antequera, Odunrock y S¨®nica. Luego actuar¨¢ el grupo gaditano Los Cucas. -mucho C¨¢diz; ayer estuvieron aqu¨ª los Ma¨ªta Vende C¨¢-. Los Cucas, por cuyo cartel repta una respetable cucaracha, adoptaron este nombre en homenaje a los Beatles; su ¨²ltimo trabajo se llama ingenuamente El ser humano es raro. Ma?ana habr¨¢ un encuentro de coros rocieros a las 22.30. Coincidir¨¢ en el horario con la exhibici¨®n de enganches de caballos, que ir¨¢ precedida de un carrusel con todos los participantes y acabar¨¢ en la plaza de toros. Pasada la medianoche, a las 0.30, vendr¨¢ el grupo rumbero Albahaca, a las 0.30; y como colof¨®n, Los Romeros de la Puebla y el humorista Ar¨¦valo. A tres pasos del escenario que alberga tanto movimiento est¨¢n las casetas andaluzas, una especie de Real en miniatura donde la diversi¨®n sigue de madrugada, y donde de d¨ªa la cosa est¨¢ tranquila, pero se escuchan los compases del Probe Miguel. Todo esto demuestra que es posible, en la Feria de Antequera, moverse perpetuamente del vino a los toros, de los toros a la m¨²sica.