"El coraz¨®n siempre va acelerado"

La vida de Jos¨¦ S¨¢nchez Barreno, de 29 a?os, siempre ha estado rodeada de reses. Desde peque?o trabaj¨® con su padre en una explotaci¨®n familiar de ganado. Y desde hace tres temporadas, se pone delante de los toros durante los principales encierros de la regi¨®n para hacer de pastor y de recortador. Lo primero consiste en llevar a los astados hasta las plazas; lo segundo, en estar al quite para evitar los lances peligrosos durante la suelta.Jos¨¦ S¨¢nchez distribuye su tiempo entre los toros y la barra de un bar. Trabaja de camarero en la residencia militar del puerto de Navacerrada durante todo el a?o. De febrero a octubre cambia las jornadas laborales de la ma?ana con otros compa?eros para poder ir a los encierros. La m¨¢xima actividad llega siempre durante el verano, aunque la temporada empiece en febrero, en Valdemorillo. "En los tres a?os que llevo en los encierros, no he faltado a las fiestas de Legan¨¦s, M¨®stoles, Pozuelo de Alarc¨®n o Navalcarnero, entre otras. Siempre encuentro alg¨²n compa?ero que me cambia el turno matutino por otro de tarde para no perd¨¦rmelos", se?ala este vecino de Guadarrama.

La jornada taurina de Jos¨¦ S¨¢nchez empieza siempre una hora antes del inicio del encierro. Junto a sus compa?eros, revisa todo el recorrido para ver si existe alg¨²n problema y conocer por d¨®nde llevar¨¢n el ganado. Cuando sueltan las reses comienza el ritual. Los pastores se dividen por tramos. "A los toros siempre les lleva una pareja de pastores. El problema surge cuando la manada se rompe. De los dos, uno dirige el primer grupo hasta que entra en la plaza. El otro se queda con los rezagados para controlarlos", explica el recortador.

La excelente preparaci¨®n f¨ªsica resulta "fundamental" para evitar accidentes, seg¨²n Jos¨¦ S¨¢nchez, quien practica varios deportes. Adem¨¢s ser aizkolari (cortador de troncos en competiciones deportivas), suele correr a diario.

El recortador aconseja a los corredores que conozcan tanto sus posibilidades como el recorrido del encierro. De este modo se podr¨ªan evitar accidentes, se?ala. "Ante todo, se debe tener la cabeza muy bien puesta y no correr si no se est¨¢ al m¨¢ximo de las posibilidades. El toro es muy imprevisible. Puede estar ca¨ªdo en el suelo y derrotado, pero en un momento se levanta y puede coger a los que est¨¢n alrededor", aconseja Jos¨¦ S¨¢nchez.

Un calzado c¨®modo y buena ropa deportiva son m¨¢s que necesarios para no sufrir percances. El recortador asegura que unas buenas zapatillas "pueden sacar de muchos apuros". Tampoco se debe consumir alcohol o dejar de dormir la noche anterior a la carrera. "Cuando se va a un encierro sin haber descansado lo suficiente, uno se da cuenta de que los reflejos le fallan mucho m¨¢s que otros d¨ªas en los que ha dormido bien. Siempre hay que estar en las mejores condiciones f¨ªsicas y mentales", dice. La profesi¨®n de pastor y recortador no es "de las peligrosas". "No hace pasar miedo", sentencia Jos¨¦ S¨¢nchez Barreno.

Este madrile?o de la sierra asegura que quienes corren delante de los toros y novillos son los "aut¨¦nticos valientes" de la fiesta. "Cuando uno est¨¢ en plena carrera nota que el coraz¨®n va m¨¢s acelerado, pero, para m¨ª, los verdaderos h¨¦roes son los buenos corredores que se ponen delante de las reses", dice S¨¢nchez.

"El mayor riesgo lo sufren quienes se ponen delante de las reses y van un poco por encima de sus posibilidades. El que empieza a correr un kil¨®metro antes de que lleguen los toros o se cruza durante el camino tiene poco m¨¦rito", considera el pastor. La mayor oposici¨®n a su trabajo la ha encontrado en su madre, que siempre teme que ocurra "lo peor". Su novia, por el contrario, lo ve bien. Es el ¨²nico de los siete hermanos que ha seguido con la tradici¨®n familiar de ayudar a su padre con el ganado. Desde los 15 a?os, siempre ha corrido encierros. El estar dentro del mundillo del toro le ha permitido pasar a la otra parte de los festejos. En cualquiera de los dos puestos, siempre ha logrado "matar la golosina que pide el cuerpo". Este mozo de 29 a?os piensa continuar con su pluriempleo en los encierros mientras le respondan las condiciones f¨ªsicas.

"Debe quedar claro que los pastores y los recortadores amamos y respetamos mucho a los animales. Cuando les damos con la vara, no les hacemos da?o. S¨®lo lo hacemos para dirigirlos y, muchas veces, ni lo sienten", comenta el recortador. "Nadie se da cuenta del peligro que tienen los toros y los novillos. Por ejemplo, en Guadarrama hay un pastor que a¨²n trabaja a los 60 a?os. Yo espero seguir hasta que mi cabeza y mi cuerpo me lo permitan. Lo que tengo claro es que nunca arriesgar¨¦ mi vida por seguir haciendo lo que m¨¢s me gusta", concluye Jos¨¦ S¨¢nchez.