Hasta el final

EL PRESIDENTE del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, ha confirmado que no habr¨¢ adelanto electoral y que agotar¨¢ la legislatura. Est¨¢ en su derecho, y tan razonable es esa decisi¨®n como lo hubiera sido la contraria. El mensaje del presidente se ha interpretado como un esfuerzo de clarificaci¨®n pol¨ªtica, elaborado despu¨¦s de una intensa reflexi¨®n durante las vacaciones estivales, para atajar los rumores sobre una convocatoria anticipada de elecciones. Aznar ha deso¨ªdo las recomendaciones de su entorno pol¨ªtico pr¨®ximo, que le aconsejaban adelantar las elecciones para aprovechar el excelente momento econ¨®mico y otros beneficios pol¨ªticos, como los derivados de la paz -relativa- en el Pa¨ªs Vasco. Las razones esgrimidas por Aznar para explicar su decisi¨®n son muy endebles. La primera de ellas es el socorrido concepto del inter¨¦s general; su Gobierno llegar¨ªa hasta el final del mandato pol¨ªtico porque as¨ª lo exige el inter¨¦s general de los ciudadanos. No como otros, siempre seg¨²n su interpretaci¨®n, cuyos intereses son electoralistas. A pesar de las generosas intenciones que se atribuye, es casi seguro que la decisi¨®n de Aznar tenga mucho que ver con la convocatoria de las elecciones catalanas, que Jordi Pujol se ha negado a adelantar. En lo que se refiere a la estabilidad pol¨ªtica, uno de los elementos del inter¨¦s general que esgrime, habr¨ªa que recordar que no est¨¢ en funci¨®n directa del periodo de permanencia en el cargo, sino de la confianza que sea capaz de transmitir a la sociedad de que los problemas pol¨ªticos ser¨¢n gestionados y resueltos sin sobresaltos. La obsesi¨®n por los r¨¦cords es una neurosis de este Gobierno. Adem¨¢s, la estabilidad pol¨ªtica ni tan siquiera depende del Ejecutivo ni del PP, sino de CiU, como dej¨® claro el propio Aznar.El segundo argumento utilizado fue el de que "quedan cosas por hacer". Pero no es una explicaci¨®n de peso, porque, en t¨¦rminos pol¨ªticos, la legislatura pr¨¢cticamente est¨¢ acabada. Las elecciones catalanas y el escaso tiempo que queda despu¨¦s hasta la convocatoria de las generales dejan a este Gobierno muy poco margen de maniobra. Nada sustancial se habr¨ªa quedado en el tintero si el presidente hubiera decidido adelantar los comicios.