Miedo a la leyenda de Jipcho y Keino
Los tres espa?oles temen que los kenianos utilicen 'liebres' para hacer la carrera m¨¢s r¨¢pida
"Si los kenianos o los marroqu¨ªes act¨²an en equipo, esto ya no ser¨¢ una competici¨®n, sino un mitin", dicen los hombres del 1.500 espa?ol, el tr¨ªo que ve en la carrera de hoy su oportunidad de oro. "No se puede actuar con liebres en un campeonato". Lo dicen no tanto para justificar que cada uno de ellos se buscar¨¢ la vida por su cuenta en la carrera ("?qu¨¦ es eso de una selecci¨®n?", aseguran, "el atletismo es un deporte individual") y que ninguno trabajar¨¢ para ninguno ya que los tres, Reyes Est¨¦vez, Andr¨¦s D¨ªaz y Ferm¨ªn Cacho, se sienten con posibilidades de subir al podio, como para advertir al caminante de lo que pueden hacer los kenianos en la final.Dando por sentado, como lo dan todos, que el reino de El Guerruj no es de este mundo ("es un genio, macho, como Dal¨ª", que dice Cacho), los c¨¢lculos hispanos hablan, por tanto, de dos huecos en el podio, y los miedos espa?oles susurran como el viento levantando la arena del desierto "Ngeny, Ngeny, Ngeny..." Antes de comenzar el Mundial, el joven keniano, de 20 a?os, no era m¨¢s que un corredor de m¨ªtines (reuniones al aire libre), muy r¨¢pido, pero ya cansado, no habituado a la gran competici¨®n. Despu¨¦s de la serie y de la semifinal, la percepci¨®n ha cambiado, sin embargo. "Ya ha demostrado que no s¨®lo es un atleta de m¨ªtines", dice Est¨¦vez. "Se ha desenvuelto muy bien y hay que tenerle en cuenta. A ¨¦l y a las t¨¢cticas del equipo keniano. La carrera debe ser simple, de t¨¢ctica pura, que ser¨¢ lo que le d¨¦ gran belleza. Pero si los kenianos tiran de liebre...". Si los kenianos tiran de liebre, esto es, si los veteranos David Lelei o Laban Rotich tiran en los primeros 800 metros para que la cosa coja ritmo de 3.30 o 3.30 y poco y favorecer as¨ª a su joven con posibilidades Ngeny. Y si la carrera lleva ritmo de 3.30, adi¨®s a las esperanzas espa?olas.
A El Guerruj le da igual. Es capaz de ganar corriendo a 3.26 (su r¨¦cord mundial) o corriendo a 3.40. Siempre encuentra su sexta marcha que le hace imparable a falta de 600 metros. No necesita que le trabaje Adil Kauch, el otro marroqu¨ª. Pero a Cacho y Est¨¦vez...
"Si actu¨¢ramos como equipo, podr¨ªamos frenar la t¨¢ctica keniana, pero, evidentemente eso supondr¨ªa quemar a un espa?ol, y nadie, claro, quiere quemar sus posibilidades", dicen en la selecci¨®n. Los temores espa?oles tienen ra¨ªces hist¨®ricas. El que un keniano trabaje para otro en una final de 1.500 no ser¨ªa novedad. Ya pas¨® en M¨¦xico 68. Jim Ryun fue la v¨ªctima del juego de parejas. Benjamin Jipcho, devoto de su ¨ªdolo Kipchoge Keino, hizo de liebre. Pas¨® los primeros 400 metros en 56s, un tiempo espectacularmente r¨¢pido. Jipcho se retir¨® en los 600, cuando ya Ryun se ha casi agotado. Keino cogi¨® entonces el mando y pas¨® los 800 por 1.55,3, con casi 20 metros de ventaja, con tres segundos de diferencia, sobre Ryun. Al final, 3.34.9 para Keino, un tiempo que le habr¨ªa permitido ganar todas las grandes finales hasta los 3.32 de Coe en Los ?ngeles 84.
Una carrera lenta
Que los espa?oles necesitan para triunfar una carrera lenta pese a que Cacho diga que cualquiera que le permita ganar le vale lo demuestran un par de datos. La mejor actuaci¨®n del soriano, su triunfo en los Juegos Ol¨ªmpicos de Barcelona 92, coincidi¨® con la final m¨¢s lenta desde 1956, 3.40.12, carrera barcelonesa que tuvo unos tiempos de paso por 400 y 800 metros superiores a los de la prueba femenina (1.02.25 y 2.06.83). Sus peores resultados, en los d¨ªas m¨¢s r¨¢pidos: quinto cuando los 3.32,84 de Morceli en Tokio 91, y octavo con los 3.33,73 del argelino en Gotemburgo 95. Y Reyes Est¨¦vez gan¨® el Europeo de Budapest con 3.41.31, el tiempo m¨¢s lento desde 1966.
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