Pasqual Maragall: "Los catalanes no se merecen cuatro a?os de agon¨ªa con Jordi Pujol"

Pasqual Maragall comenz¨® ayer a dar argumentos para que los electores voten el 17 de octubre por el cambio en la Generalitat. Breves y contundentes. Uno: "Los catalanes no se merecen cuatro a?os de agon¨ªa". Porque eso es lo que supondr¨ªa, afirm¨®, un mandato dedicado a la inevitable pugna por la sucesi¨®n de Pujol como l¨ªder de CiU. Otro argumento: El anuncio de que estas elecciones ser¨¢n las ¨²ltimas a las que concurra Pujol es una apelaci¨®n a que le voten por l¨¢stima. "Intentan decirle al electorado: "no nos ech¨¦is, porque ya nos vamos, s¨®lo queremos cuatro a?os m¨¢s" en el Gobierno", dijo.

En Catalu?a todo el mundo comprende que Pujol ha sido una figura importante, concedi¨® Maragall, "pero ahora no vamos a pasarnos la campa?a hablando de ¨¦l". Lo que toca es explicar prioridades, y las m¨ªas son, dijo, ensamblar la ense?anza y la creaci¨®n de empleo, devolver capacidad de decisi¨®n al territorio y a los ayuntamientos, innovar y plantear la oferta federalista en Espa?a y Europa. A Maragall se le vi¨® ayer animado y convencido de su victoria el 17 de octubre. Compareci¨® en su oficina de campa?a para comentar la convocatoria electoral. Comunicar estas decisiones por tel¨¦fono m¨®vil y desde fuera del pa¨ªs como ha hecho Pujol no contribuye en su opini¨®n a prestigiar las instituciones. "Se ha hecho mal, como tantas cosas en los ¨²ltimos tiempos", afirm¨®. Prometi¨® que una de los cambios que har¨¢ cuando gobierne ser¨¢ devolver al Parlament su papel en decisiones como esta. Los dos a?os durante los que Pujol ha estado dudando si adelantaba o no las elecciones "me han ido muy bien", coment¨®, "porque han permitido que se visualice la alternativa de cambio, mientras CiU daba bandazos entre radicalismo y moderaci¨®n". Durante estos dos ¨²ltimos a?os, record¨®, los sondeos han mostrando c¨®mo se acortaba la distancia entre CiU y el PSC, que ha pasado de 12-15 puntos en 1997 a 8 puntos de 1998 y a 4 en 1999. Los ¨²ltimos sondeos del PSC indican, a?adi¨®, que ambas fuerzas est¨¢n igualadas en intenci¨®n de voto. "Ya les hemos cazado". La pretensi¨®n de Maragall es que la expectativa de cambio se traduzca en las pr¨®ximas semanas en una expansi¨®n de Ciutadans pel Canvi, la plataforma creada con sus incondicionales, por toda Catalu?a. Reiter¨® su objetivo: conseguir el voto de los esc¨¦pticos que se refugian en la abstenci¨®n e incluso de votantes de CiU. Adem¨¢s de los socialistas, claro est¨¢. El 3 de septiembre se formalizar¨¢ la coalici¨®n entre Ciutadans pel Canvi, que previamente debe constituirse como partido, y el PSC. "Que no quede ning¨²n rinc¨®n de Catalu?a sin su plataforma de Ciutadans pel Canvi", pidi¨®. Luego habr¨¢ que confeccionar las candidaturas de esta coalici¨®n, de las que asegur¨® que ya tiene pensados los nombres. Anunci¨® que las dar¨¢ a conocer el 12 de septiembre. Estas listas deben expresar que efectivamente existe una coalici¨®n formada por los hombres y mujeres del candidato a presidente y los del partido socialista. C¨®mo va a concretarse en la candidatura el peso de cada una de las dos partes es una de las primeras dificultades a superar por Maragall, ante un partido socialista celoso de su primac¨ªa. La combinaci¨®n entre la expectativa de obtener m¨¢s esca?os y las bajas en el actual grupo parlamentario socialista facilita las cosas. Entre los que por motivos diversos no repetir¨¢n se hallan Joan Revent¨®s, Raimon Obiols, Josep Maria Sala, Celestino Corbacho y Joan Oliart. Ciutadans pel Canvi tiene unos 3.000 afiliados y ha abiertos 8 locales en diversas ciudades de Catalu?a. Maragall dijo que no quiere poner l¨ªmites a la expansi¨®n de este movimiento. "S¨®lo la intensidad del proceso nos dir¨¢ hasta d¨®nde tiene que llegar", afirm¨®. Sobre Ciutadans pel Canvi recae la direcci¨®n de la campa?a de Maragall, tanto desde el punto de vista log¨ªstico como publicitario y pol¨ªtico. Prueba de ello es que, a diferencia de lo que ha ocurrido con los colaboradores inmediatos de Maragall, ayer la direcci¨®n del PSC continuaba de vacaciones. Ni el primer secretario, Narc¨ªs Serra, ni el de organizaci¨®n, Jos¨¦ Montilla, han considerado que la convocatoria merezcan que adelanten el fin de su descanso estival.