Peces-Barba: "PP y PSOE dieron mal ejemplo al GIL con los tr¨¢nsfugas"
El esc¨¢ndalo protagonizado por la ex diputada socialista Susana Berm¨²dez, que ha entregado al GIL la presidencia de Ceuta ayudando a derribar el Gobierno del PP que ella misma hab¨ªa votado pocas semanas antes, ha vuelto a poner en primer plano el problema del transfuguismo. En un debate organizado ayer por la Cadena SER los representantes de los partidos apostaron por reformas legales que impidan la reiteraci¨®n de estas conductas, mientras que los profesores universitarios alertaron sobre los riesgos de ese tipo de reformas y reclamaron m¨¢s bien un cambio en las actitudes de las fuerzas pol¨ªticas."Desgraciadamente", afirm¨® el rector de la Universidad Carlos III y ex presidente del Congreso de los Diputados, Gregorio Peces-Barba, "no se puede impedir a los tr¨¢nsfugas ning¨²n tipo de acci¨®n cuando siguen siendo parlamentarios, lo ¨²nico [que puede evitarlo] es una regeneraci¨®n moral, que pasa tambi¨¦n por que los grandes partidos no den malos ejemplos. Creo que la ¨²nica soluci¨®n es que los partidos act¨²en como deben y creo que en estas ¨²ltimas elecciones tanto PP como PSOE han conseguido cosas a trav¨¦s de tr¨¢nsfugas. No se puede olvidar tampoco que de los diputados del GIL [en Ceuta y Melilla], ocho o nueve son ex [miembros] del PP o del PSOE. No nos rasguemos las vestiduras", concluy¨®, "el GIL lo que hace es la exacerbaci¨®n de comportamientos que han hecho los grandes partidos".
Un a?o de 'cuarentena'
Tanto Alfonso Perales, secretario de Pol¨ªtica Municipal del PSOE, como Felipe Alcaraz, portavoz de IU en el Congreso, apostaron por una reforma legal que impida a los tr¨¢nsfugas votar una moci¨®n de censura durante un periodo de aproximadamente un a?o despu¨¦s de abandonar su partido. "Si Susana Berm¨²dez tuviera que estar un a?o aguantando sin estar en el poder, es probable que no hubiera votado la moci¨®n", aleg¨® Perales.P¨ªo Garc¨ªa Escudero, coordinador de Organizaci¨®n del PP, afirm¨® que "el cargo corresponde a la persona, [pero] tambi¨¦n hay un compromiso con su partido y sus votantes". Si un pol¨ªtico no est¨¢ de acuerdo con su partido, agreg¨®, "lo que debe hacer, conforme a la decencia y la l¨®gica, es abandonar su esca?o". Una posible soluci¨®n ser¨ªa "cerrar las listas todav¨ªa m¨¢s", aumentando el control de los partidos, "pero eso tendr¨ªa cr¨ªticas muy fuertes", admiti¨®, cuando se est¨¢ pidiendo que se abran.
Por el contrario, el catedr¨¢tico de Derecho Constitucional Marc Carrillo advirti¨® de que negar a los tr¨¢nsfugas la posibilidad de votar mociones de censura "puede ser contrario al ejercicio de representaci¨®n pol¨ªtica, porque limita el ejercicio de la representaci¨®n. Si bien es cierto que el caso de Ceuta pone de manifiesto una corrupci¨®n, tambi¨¦n la Constituci¨®n obliga a que los partidos tengan un funcionamiento democr¨¢tico [y] no se puede decir alegremente que, en cualquier caso, ¨¦ticamente el representante debe devolver el esca?o".
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