Los libros y la econom¨ªa espa?ola

Nuestros responsables pol¨ªticos definen a Espa?a como una gran potencia cultural. Qu¨¦ duda cabe de que la rica historia espa?ola, cruce de caminos y de cultura, y su expansi¨®n por el continente americano, con la riqueza que se incorpora permanentemente desde all¨¢, otorgan una singularidad especial a lo hispano, y hace que su trayectoria y actualidad sean atractivas para millones de personas que hablan su idioma com¨²n.Es impensable concebir la intensidad de nuestras relaciones econ¨®micas, financieras y comerciales actuales sin reconocer que, bajo toda esta prosperidad, el intercambio cultural y el mantenimiento de la lengua han representado el ¨²nico v¨ªnculo estable con Iberoam¨¦rica, el origen y el soporte de una relaci¨®n muy estrecha y el caldo de cultivo, la savia, que ha hecho posible determinadas relaciones internacionales de privilegio. Junto con el ingl¨¦s, el espa?ol se va constituyendo en una lengua universal y, como recordaba hace unos d¨ªas A.Recarte, ha multiplicado su valor econ¨®mico en un mundo global, siendo un instrumento clave de nuestra actual expansi¨®n por Iberoam¨¦rica.

En el fortalecimiento de esta expansi¨®n, el mundo del libro ha tenido, a nuestro juicio, un papel clave como pionero; durante a?os, los editores han sido los ¨²nicos empresarios espa?oles que acud¨ªan sistem¨¢ticamente a Iberoam¨¦rica a comprar, vender y constituir empresas, y tambi¨¦n a fortalecer, a trav¨¦s de la lectura de los mismos libros en una y otra orilla del Atl¨¢ntico, una lengua com¨²n.

La consolidaci¨®n de Espa?a como potencia cultural es deudora de nuestra historia, pero tambi¨¦n de nuestras industrias culturales y, de manera especial, de la industria de los libros, que, junto a su reconocido papel en el ¨¢mbito de la cultura, de la educaci¨®n y de la comunicaci¨®n, posee un valor econ¨®mico de enorme importancia que a veces pasa desapercibido por la situaci¨®n secundaria concedida a las noticias econ¨®micas sobre el libro en las p¨¢ginas y programas culturales.

A la espera de las cifras de 1998, cuyos primeros datos confirman la tendencia, y a la luz de los datos, consideramos que expresan, m¨¢s que cualquier discurso, la salud de un sector estrat¨¦gico, y porque creemos que es justo que se conozcan.

En 1997, la cifra de facturaci¨®n en el mercado interior, a precio tapa y con el IVA incluido, fue de 422.857 millones de pesetas. Esto supone, en pesetas constantes, un incremento del 3,1% respecto a 1996, y, lo que es m¨¢s interesante, esa cifra de facturaci¨®n se ha conseguido con una importante contenci¨®n de precios. As¨ª, de acuerdo con la publicaci¨®n del Ministerio de Educaci¨®n y Cultura Panor¨¢mica de la edici¨®n espa?ola de libros 1997, en ese a?o, el 54,6% de la oferta de libros se sit¨²a por debajo de 1.500 pesetas por ejemplar, mientras que en 1996 el porcentaje era del 52,7%. Entre 1.501 y 3.000 pesetas el ejemplar se sit¨²a el 31,1%, frente al 31,6% en 1996, y con precios superiores a 3.000 pesetas por ejemplar se sit¨²a el 14,3%, mientras que en 1996 fue del 15,7%.

De acuerdo con la misma publicaci¨®n, si se expresa en pesetas constantes, se comprueba entre 1997 y 1996 una rebaja en los precios medios de los libros. Esto es posible ya que entre 1985 y 1997 apenas han sufrido alteraci¨®n; as¨ª, de un precio general casi el doble, que se deriva de su consideraci¨®n en pesetas corrientes, se pasa a un precio casi id¨¦ntico (incluso ligeramente inferior) en pesetas constantes, ya que las 2.208 pesetas de 1997 equivalen a 1.187 pesetas de 1985. Esta constataci¨®n se confirma si examinamos la evoluci¨®n del IPC del ¨²ltimo a?o. De acuerdo con las cifras del IPC del mes de abril de este a?o, el grupo de cultura ha tenido un alza interanual del 1,1%; pero, dentro de ¨¦l, el subgrupo de publicaciones -libros, prensa y revistas- ha contribuido de manera negativa, con una reducci¨®n del -1,3% al ¨ªndice del subgrupo de cultura, que es el que menos ha crecido. El total de empleo en el mundo editorial, normalmente trabajadores de alta cualificaci¨®n, est¨¢ en torno a las 30.000 personas, a las que habr¨ªa que sumar 10.000 del sector de la distribuci¨®n y 13.000 de las librer¨ªas. Esto da un total de 53.000 personas, a las que habr¨ªa que a?adir los empleos inducidos en otros sectores -gr¨¢ficos, transportes, etc¨¦tera-, lo que har¨ªan un total de unos 70.000 trabajadores.

Pero quiz¨¢s la trascendencia econ¨®mica del mundo del libro se hace m¨¢s relevante en el sector exterior. En 1997, y de acuerdo con las cifras del Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales de la Agencia Tributaria, se exportaron libros por valor de 146.787 millones de pesetas, con un incremento porcentual del 30,9. Esta cifra significa que el mundo del libro es el 1% de la exportaci¨®n espa?ola y uno de los sectores con un saldo comercial favorable de 79.973,5 millones de pesetas, cantidad que se ve incrementada con los 2.387 millones de ventas de derechos, que no suelen figurar en las estad¨ªsticas de mercanc¨ªas.

Esta fuerte presencia en el exterior se constata, adem¨¢s, si tenemos en cuenta la cifra de inversi¨®n en el exterior. En 1997, seg¨²n datos de la Direcci¨®n General de Pol¨ªtica Comercial e Inversiones Exteriores, fue de 14.831,61 millones, cantidad pr¨¢cticamente alcanzada ya en el primer semestre de 1998, en el que la inversi¨®n en el sector exterior del mundo del libro represent¨® el 1,74% de la inversi¨®n espa?ola en el extranjero. Quiz¨¢s lo m¨¢s relevante de la inversi¨®n es su permanencia y constancia en los ¨²ltimos 25 a?os. Se puede decir que el sector editorial es el m¨¢s internacionalizado de la econom¨ªa espa?ola, con m¨¢s de 16 empresas editoriales que tienen m¨¢s de dos filiales. El sector editorial est¨¢ presente en 32 pa¨ªses (especialmente Am¨¦rica y Europa) con m¨¢s de 200 filiales.

Esta fuerte presencia internacional tiene un valor cultural y econ¨®mico: genera royalties y puestos de trabajo para la econom¨ªa espa?ola.

Esta historia, que comenz¨® hace a?os, no ha terminado ni tiene aspecto de haberse cansado de seguir mejorando el entorno que sirve ejemplarmente.