"Las novelas se basar¨¢n en la econom¨ªa del lenguaje"
Una alumna de educaci¨®n secundaria pregunt¨® a Javier Tomeo una vez: "?A usted no le preocupa parecerse a Kafka y ser peor?". "No", dijo ¨¦l, "s¨®lo el hecho de recordar al autor de Praga es un timbre de gloria". A este literato no paran de compararle con Kafka, con Bernhard, con autores del norte de Europa, pero ¨¦l no le da importancia. Cuando era joven, siempre llevaba algo en el bolsillo que hab¨ªa escrito para d¨¢rselo a leer a sus amigos, algo que recomienda a los futuros escritores. Le gusta inventar denominaciones: ¨¦l se considera un long seller -el que vende lento, pero seguro-, califica los best sellers como "literatura sonajero" y llama a los libros de 500 p¨¢ginas "novelas r¨ªo". Tomeo ha participado en un curso sobre Teatro y literatura en la sede de la Universidad Complutense en San Lorenzo de El Escorial. Pregunta. ?En qu¨¦ momento se encuentra la literatura? Respuesta. No me preocupa mucho el momento actual, pero s¨¦ que hay quienes publican con excesiva facilidad demasiados libros, y hay otros que no consiguen publicarlos. Se habla de que hay mucha literatura light, demasiado urbana y ligera.P. Public¨® Amado monstruo y El castillo de la carta cifrada hace 20 a?os y se siguen vendiendo. ?Por qu¨¦?
R. Algo tiene el vino cuando lo bendicen. Me alegra que todav¨ªa tengan un sitio en la primera fila de las estanter¨ªas de las librer¨ªas. Yo no soy un best seller: soy un long seller, vendo lento, pero seguro, a lo largo del tiempo.
P. Usted tiene muchos lectores j¨®venes, ?est¨¢ de acuerdo con los que dicen que los j¨®venes leen poco y se expresan mal?
R. Soy optimista, creo que hay gente joven muy v¨¢lida, ese tipo de joven que est¨¢ muy interesado por todos los fen¨®menos culturales, sea teatro, literatura o m¨²sica. Si comparo la situaci¨®n actual con mi ¨¦poca universitaria, veo que hemos mejorado mucho. Los j¨®venes ahora son m¨¢s responsables. Es una responsabilidad que nace del hecho de que son m¨¢s libres.
P. ?Saben escribir los j¨®venes?
R. Algunos me mandan originales, y los hay buenos.
P. ?Se puede ense?ar a escribir?
R. Se puede ense?ar a redactar, pero escribir novelas es algo bien distinto. Hay una serie de reglas de oro con las que se puede ense?ar a redactar bien. Pero escribir novelas es mucho m¨¢s que redactar. Hay gente que domina muy bien el lenguaje, la sintaxis, y como novelistas no son gran cosa, es una cuesti¨®n de talento. Novelar es un secreto, una magia. No es tan f¨¢cil.
P. ?Qu¨¦ opina de las escuelas en las que se dan cursos para ense?ar a escribir?
R. Las escuelas tienen un gran m¨¦rito: se relaciona gente con una misma vocaci¨®n y se leen unos a otros lo que escriben. Es bueno que el joven escritor disponga de alguien que lea sus originales. Yo lo hac¨ªa con 20 o 25a?os. Siempre llevaba algo en el bolsillo para dar a leer a alguien.
P. ?C¨®mo pueden fomentar la lectura los maestros?
R. Acercando a los escritores a los institutos. Los chicos desmitifican al escritor al verlo y al o¨ªr en qu¨¦ consiste su trabajo.
P. ?Qu¨¦ opina de c¨®mo se habla en los medios de comunicaci¨®n y de c¨®mo hablan los pol¨ªticos?
R. Se habla muy mal. Se sueltan demasiados tacos innecesarios en un af¨¢n por conseguir realismo. Hay que combatir la televisi¨®n con novelas buenas, breves e impactantes.
P. Dicen que el saber, dentro de nada, ser¨¢ digital. ?Qu¨¦ cree usted que pasar¨¢ con el libro?
R. La relaci¨®n entra?able entre un libro y su lector no ser¨¢ sustituida nunca jam¨¢s. Est¨¢ m¨¢s all¨¢ de las m¨¢quinas. Los buenos lectores siempre van a exigir el contacto y el olor del libro.
P. Los j¨®venes buscan entretenimientos interactivos. Hay libros para ni?os en los que se elige por d¨®nde va la historia e incluso el final. ?Qu¨¦ le parece esta posibilidad?
R. Mis novelas pretenden ser interactivas. Son de final abierto, ofrezco muchas posibilidades, y el lector es, en cierto modo, el que pone el final. Me parece muy bien que haya libros en los que se implique al lector, que los ni?os hagan ese ejercicio, como las obras de teatro en las que hay diversas alternativas de final.
P. Dicen que las nuevas tecnolog¨ªas est¨¢n potenciando la incomunicaci¨®n, un tema que retom¨® en El canto de las tortugas. R. No deja de ser una paradoja que en estos tiempos en los que la tecnolog¨ªa pone al servicio del hombre un arsenal de instrumentos para comunicarse, como la telefon¨ªa m¨®vil o Internet, el hombre est¨¦ m¨¢s incomunicado que nunca. Con la masificaci¨®n, las comunicaciones profundas de individuo a individuo son cada vez m¨¢s dif¨ªciles.
P. ?C¨®mo ser¨¢ la literatura de los pr¨®ximos a?os?
R. Se depurar¨¢ la literatura de artificio, la ret¨®rica, y perder¨¢ importancia la literatura sonajero, la de mucho ruido y pocas nueces. Vamos hacia una literatura m¨¢s ligera, m¨¢s directa y m¨¢s trascendente. Esto ser¨¢ para presentar competencia a la televisi¨®n, que es m¨¢s ¨¢gil, y al cine.
P. Pero no ser¨¢ algo inmediato. Se publican muchos best sellers de cientos de p¨¢ginas.
R. En efecto, esas novelas de 500 o 600 p¨¢ginas son novelas r¨ªo porque no se acaban nunca. Son libros de usar y tirar, que se hacen para leer en el metro, que se leen durante seis u ocho meses. Y eso no es leer, es pasar el rato. Leer es una comunicaci¨®n m¨¢s ¨ªntima entre el libro y el lector. Aunque son libros v¨¢lidos, que cumplen su funci¨®n social, a m¨ª no me interesan.
P. ?Y c¨®mo ser¨¢ el lenguaje del futuro?
R. Se dir¨¢ m¨¢s con menos palabras. Ser¨¢ m¨¢s preciso y breve. Las novelas del futuro se basar¨¢n en la econom¨ªa de lenguaje.
P. ?Y el teatro?
R. Tiene el porvenir asegurado porque forma parte de la naturaleza humana. Seguir¨¢n los inmortales y cada vez tendr¨¢ m¨¢s importancia el teatro de peque?o formato, el di¨¢logo, la palabra.
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