Oliva, angulas frescas
En las acequias que atraviesan los t¨¦rminos de Oliva y Pego es posible capturar gran cantidad de angulas casi en cualquier ¨¦poca del a?o. Tambi¨¦n parece natural siendo como es hija de la anguila, que es la due?a tradicional de las aguas fangosas de la zona, permanezca en ella mientras dura su crecimiento y s¨®lo se separe para ir a desovar al mar, muy lejos. Pero mientras eso sucede se recrea con la marjal en donde vive. Este territorio semiacu¨ªfero con las acequias que lo salpican es el ideal para su cr¨ªa. Los limos de las aguas que la alojan est¨¢n llenos de materiales dispuestos para la alimentaci¨®n, y lo aprovechan a conciencia. Lo que no deben aprovechar es el paisaje que se extiende a su alrededor, ahora parque natural, y que ofrece una imagen distinta de la de hace algunos a?os. Se parece poco a "el prado", origen ¨¢rabe de la palabra marjal. El naranjo, casi pod¨ªan decir ahora, ya que este ¨¢rbol ocupa cada vez m¨¢s terrenos antes diversificados en su agricultura, devenido en monocultivo. La desecaci¨®n de los terrenos propios para el arroz u otros cultivos es un hecho. Peligran gravemente por ello las especias animales propias de ese ecosistema, los patos, las cig¨¹e?as, las garzas, pero tambi¨¦n peligra la anguila, y su descendencia, a la que debemos un homenaje. Pero adem¨¢s del campo podemos visitar las poblaciones lim¨ªtrofes. En Oliva encontraremos motivos para el paseo y la contemplaci¨®n, desde el castillo hasta el barrio ¨¢rabe, recuerdo del dominio de aquel pueblo, impulsor de todas las obras hidr¨¢ulicas en la comunidad y que actualmente a¨²n sirven para el riego de los campos. En muchos lugares de Espa?a, pero especialmente en nuestra comunidad se reconocen como del tiempo de la dominaci¨®n musulmana multitud de recursos econ¨®micos, o de hechos culturales, sin ser el menor de ellos el nombre de muchos pueblos y ciudades, derivaci¨®n de los que debieron llevar en la ¨¦poca. La ca?a de az¨²car y las moreras, para el posterior alimento de los gusanos productores de seda, son los cultivos cuyos resultados a¨²n se dejan sentir recorriendo la ciudad, pero con el auge de la construcci¨®n aquellas f¨¢bricas de ladrillos que parec¨ªan adormiladas han dado un salto y su vigor se nota en el entramado industrial de la zona. Incluido dentro del ¨¢mbito natural del marjal se encuentra Pego, tambi¨¦n morisca, en cuyo entorno se desarrollaron grandes luchas por la preeminencia y que fue repoblada una vez se produjo la reconquista por familias mallorquinas, cuyos sucesores cubren La Vall de Gallinera, precioso reducto natural lleno de vegetaci¨®n, y cuyas cerezas est¨¢n entre las m¨¢s afamadas del pa¨ªs. Pese a la multitud de curvas se agradece recorrer el valle, ya que los paisajes que desde el mismo se divisan justifican el esfuerzo. Y despu¨¦s de las curvas volvamos al llano, muy cerca del mar. Por la carretera nacional, en la frontera entre las provincias de Valencia y Alicante se encuentra el marjal, y all¨ª mismo, Casa Clara, un restaurante sin pretensiones de alta cocina ni decoraci¨®n, pero donde a¨²n se pueden comer angulas en cantidad a un precio razonable. En cantidades exorbitantes para lo que se lleva en los restaurantes al uso, medio kilogramo, uno, depende del apetito y del n¨²mero de comensales es posible solicitarlas sin morir de precio. En abundante aceite de oliva y con sus ajos y el picante, al estilo del norte. No tienen todas el lomo negro, o a veces es perceptible la espina, no importa demasiado, la media supera con creces el aprobado. Por una vez podemos tomarlas en cantidad sin sufrimiento. Tambi¨¦n en San Sebastian en enero, el d¨ªa de la tamborrada se toman en abundancia, y de calidad, pero el precio es incomparable. Si quieren completar el plato, y despu¨¦s de haber dado buena cuenta de las angulas soliciten que les fr¨ªan, en el mismo aceite que ha servido para las mismas, unos huevos. El abundante pan que sirven se puede utilizar para dar buena cuenta de ellos olvidando por un d¨ªa el peso. Como alternativa econ¨®mica a las angulas se sirven tambi¨¦n guisos de anguila recomendables, o bien arroces en distintas variedades. Es una l¨¢stima que no se cuide un poco m¨¢s el detalle en el servicio o la cuberter¨ªa y se ampl¨ªe la carta de vinos, la cual por el momento no se corresponde con la posibilidad de las angulas ya se?alada.
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