Espa?a salta 42 kil¨®metros
Abel Ant¨®n se viste de oro y Lamela de plataen una noche memorable del atletismo espa?ol
Dos atletas separados por 14 a?os de edad dieron ayer al atletismo espa?ol su noche m¨¢s memorable. El soriano Abel Ant¨®n (de 36) ganaba una de las pruebas cumbre: el marat¨®n; y lo hac¨ªa por segunda vez consecutiva en un campeonato del Mundo. El asturiano Yago Lamela (de 22) lograba a su vez (s¨®lo superado por el cubano Iv¨¢n Pedroso, el mejor del mundo) la primera medalla que Espa?a obtiene fuera del anillo ovalado de las carreras, lo que extiende la potencia del atletismo nacional m¨¢s all¨¢ del medio fondo, el marat¨®n y la marcha, sus reductos anteriores pero todav¨ªa recientes.Tiene el marat¨®n mucha importancia en s¨ª mismo, por su origen de leyenda y la resonancia de la misma palabra que lo nombra. Pocas competiciones como ¨¦sta adquieren un car¨¢cter planetario. La velocidad, por ejemplo, est¨¢ reservada a los especialistas norteamericanos y caribe?os. El fondo en pista, a los africanos. El f¨²tbol es un ejercicio casi desconocido en Estados Unidos. La afici¨®n al ciclismo se circunscribe a unos cuantos pa¨ªses de Europa y algunos de Hispanoam¨¦rica... Pero ninguna naci¨®n ignora la historia del marat¨®n, ni la capacidad de sacrificio que impone esta carrera. En todas las capitales se organizan maratones populares que llenan el asfalto de zapatillas y apartan por un d¨ªa los neum¨¢ticos, todos los pa¨ªses compiten por igual en esta prueba. Y es en esto en lo que un espa?ol, Abel Ant¨®n, se ha proclamado dos veces el mejor del mundo.
El salto de longitud tiene otro m¨¦rito. Ah¨ª han brillado los mitos del atletismo: Jesse Owens, Bob Beamon, Carl Lewis, Mike Powell... La prueba requiere unas caracter¨ªsticas que muy pocos pueden alcanzar: se precisa batir en la tabla tras una carrera que termina a casi 40 kil¨®metros por hora, saltar con una t¨¦cnica impecable para que la espalda soporte la sacudida, dar tres pasos en el aire como s¨®lo se hace en los dibujos animados, caer con los talones por delante para no dejar huellas tras ellos. Nada de eso se improvisa. El salto de longitud requiere instalaciones adecuadas, preparaci¨®n f¨ªsica dirigida por entrenadores muy capacitados, estudios de precisi¨®n... y un atleta sin complejos que pueda interpretar todo eso con un cuerpo bien esculpido. Y que aguante la presi¨®n del d¨ªa clave.
El atletismo espa?ol tambi¨¦n re¨²ne ya todo esto, tal vez porque Yago Lamela ten¨ªa 15 a?os cuando vio por televisi¨®n los ¨¦xitos de sus mayores en Barcelona 92, despu¨¦s de que todo el pa¨ªs se embarcara en que aquello fuera un ¨¦xito por todos los costados. A partir de ah¨ª ya no cab¨ªan los viejos complejos que en otro tiempo agarrotaban a los espa?oles.
Abel Ant¨®n y Yago Lamela, extremos de una sola generaci¨®n separada por 14 a?os, fueron los representantes ayer de esa nueva mentalidad de los espa?oles que brillan en el tenis, el motor, el f¨²tbol, el ciclismo, el golf... Y esta nueva mentalidad que nac¨ªa en Barcelona tiene ahora muchos a?os por delante, encaminada a establecerse para siempre.
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