La concentraci¨®n Ping¨¹inos de Valladolid alza el vuelo por la visibilidad de las moteras
Varias mujeres ligadas a las motos charlan con la ministra de Igualdad sobre el papel femenino en el mundillo
Una mujer conduciendo una enorme moto llega a la concentraci¨®n motera Ping¨¹inos de Valladolid y enseguida se arriman varios hombres para ayudarla a aparcar aunque ella no la necesita. En el cuarto de ba?o alguien ha pintado ¡°Machos¡± y un monigote con bigote en la puerta masculina. Unos campistas adornan su tenderete con una bandera con una sinuosa silueta femenina en ropa interior con una botella de whisky entre las piernas abiertas. Un poco m¨¢s all¨¢ se produce un debate sobre el papel de la mujer en el mundo de la moto. Daniela Guill¨¦n y Jana S¨¢nchez, campeon¨ªsimas de motocross, charlan con la ministra de Igualdad, Ana Redondo, la presidenta del Club Turismoto y organizadora de Ping¨¹inos, Raquel Arroyo, y Henar Velasco, miembro de Turismoto y agente de Igualdad. Coinciden: queda mucho por hacer aunque existe evoluci¨®n. La clave, la visibilidad.
El estruendo de los motores y Metallica y Black Sabbath resonando en los altavoces exigen hablar alto y agudizar el o¨ªdo. Ping¨¹inos agrupa en Valladolid a miles y miles de moteros en la mayor concentraci¨®n invernal de Europa y entre los inscritos aumenta a?o a a?o el total de mujeres sobre dos ruedas, ya no solo como paquetes, como celebra el grupo citado para expresar desde sus frentes c¨®mo viven la feminizaci¨®n de las motos. Arroyo, de 63 a?os, suma 35 en el gremio y preside desde hace dos meses la asociaci¨®n pucelana, con el honor y responsabilidad de coordinar la cita. ¡°Llevamos mucho retraso, la sociedad todav¨ªa es machista y patriarcal¡±, expone, valorando tambi¨¦n la buena acogida en el colectivo hacia la primera mujer mandataria. ¡°Mira, hijo, nosotras somos las primeras que venimos a Ping¨¹inos y somos proactivas y estamos siempre ofreci¨¦ndonos mientras ellos toman caf¨¦¡±, a?ade, destacando la implicaci¨®n de quienes durante d¨¦cadas quedaron relegadas a aferrarse a la chepa del piloto. La ministra tira de memoria popular: anta?o era ¡°indecente¡± ver a una f¨¦mina con las piernas abiertas, aunque fuese sobre el veh¨ªculo, y el ¡°paternalismo¡± frustraba que sus padres o maridos lo permitieran. Durante el franquismo necesitaban la venia varonil para subirse a una. ¡°Las motos son el paradigma de la evoluci¨®n del machismo¡±, cree Redondo, quien se?ala tambi¨¦n que las mujeres tienen menos tiempo libre que sus compa?eros porque a sus empleos agregan m¨¢s horas en cuidados familiares, restando esparcimiento para rutas o paseos.
Atienden dos de las mujeres m¨¢s importantes de la motocicleta en Espa?a. Asienten, comparten sus experiencias y, sobre todo, escuchan sobre unas experiencias que su generaci¨®n ha recibido diluidas, aunque siguen latiendo. Daniela Guill¨¦n, de 18 a?os, es subcampeona del mundo de motocross en 2024, doble campeona de Europa de motocross de las Naciones Europeas, varias veces campeona de Espa?a y piloto oficial de GAS GAS. No ver¨¢n su rostro en grandes marcas comerciales, coches, firmas deportivas o cualquier objeto susceptible de publicitaci¨®n. ¡°Es una cuesti¨®n de visibilidad, los patrocinadores aportan menos y va todo para los chicos, tampoco tenemos espacio en los medios¡±, lamenta Guill¨¦n, quien sufre el agravio contra los varones: ellos tienen 21 pruebas en los campeonatos y gastos pagados, incluso ingresos; ellas, seis carreras y a buscarse la vida para hacer n¨²meros. Los horarios son peores, dificultando que el p¨²blico se interese y engrase el engranaje del dinero y los mecenas. Carlota Solana, que la representa ante los patrocinadores, suspira: ¡°Cuesta que las marcas cotidianas tengan embajadoras femeninas m¨¢s all¨¢ de los cosm¨¦ticos, sobre todo en los deportes minoritarios, fuera del f¨²tbol¡±. Las peleas con los jefazos traen algunas promesas y pocos hechos.
Jana S¨¢nchez, 21 a?os, asiente. Campeona de Europa de Motocross de las Naciones Europeas en 2024, varios subcampeonatos de Espa?a y piloto oficial de Yamaha. Voz autorizada. ¡°En el paddock de los mundiales las chicas estamos apartadas y a los chicos se les ve m¨¢s¡±, protesta ante el desaire. Ambas campeonas pilotan en categor¨ªas ¨ªntegramente femeninas, pero hasta alcanzarlas pugnaron en pruebas mixtas, donde conocieron desde peque?as el alcance del machismo, sobre todo en los padres porque los chavales andaban pendientes m¨¢s al circuito que al g¨¦nero. ¡°Una vez, de ni?a, volqu¨¦ con la moto y me ayud¨® un padre a levantarla porque pesaba mucho pero no me dej¨® arrancar hasta que pas¨® su hijo¡±, recuerda Guill¨¦n, con tono serio. Ambas han escuchado infinitas veces a adultos bramando contra sus hijos ¡°?Te va a ganar una ni?a!¡±, cual ofensa de sangre y deshonra y destierro familiar. Las dos j¨®venes nacieron lejos de esa opresi¨®n masculina y compa?eras m¨¢s veteranas les han transmitido ese atraso que S¨¢nchez cree algo mejorado: ¡°Antes las ni?as ped¨ªan una moto a sus padres y no les dejaban, ahora los padres quieren que su hija sea motera¡±.
Chupas de cuero, derrapes, humo, adrenalina, barriles de cerveza, panceta crepitando en la plancha, m¨²sica a todo volumen y crecientes mujeres. Ping¨¹inos se feminiza, aplaude este equipo interdisciplinar. Velasco asume que ¡°queda mucho por hacer¡± y clama para que los patrocinadores se involucren. La titular de Igualdad se?ala a la presidenta de Turismoto, quien evoca ¡°la sensaci¨®n de libertad¡± cuando al poco de parir a su hijo pudo recuperar la moto aparcada en el tramo final del embarazo, y cita que Arroyo, como presidenta, demuestra las mujeres tienen la misma capacitaci¨®n que los hombres aunque apenas puedan ejercerla: ¡°Me duele la discriminaci¨®n¡±. Las leyes aportan, insiste, pero los cambios de mentalidad marcan el desarrollo. Las campeonas sue?an con dedicarse profesionalmente a su pasi¨®n, algo m¨¢s sencillo entre varones, y que se normalice ver mujeres pilotando.
El grupillo pasea por el recinto y otras mujeres an¨®nimas toman la palabra. Sof¨ªa Villalba, de 35 a?os y venida de Teruel, es la motera sobre la que se abatieron sus colegas hombres para ayudarla sin requerirlo. Un cl¨¢sico que no censura: ¡°Me lo tomo bien porque tienen buena intenci¨®n, pero es machismo¡±. Sabrina Vergonet, de 28, con ra¨ªces holandesas pero de Alicante, se r¨ªe: ¡°Te cruzas de todo, nos reciben muy bien pero hay alg¨²n comentario de que es un mundo de hombres¡±. Mujer, rubia, con tremenda Ducati, as¨ª que ¡°a veces los chicos casi se estampan por quedarse mir¨¢ndome¡±. Sus colegas varones, entre birras y un jam¨®n detr¨¢s, quitan peso: ¡°?Est¨¢is bien vistas! Los t¨ªos somos muy b¨¢sicos¡±. Ella ha sido probadora de motos Indian y cuando le viene alg¨²n maromo con un displicente ¡°Eso es mucha moto para ti¡± lo azota con un ¡°Cuando quieras te explico c¨®mo funciona¡±. Rencillas aparte, mucha sororidad: ¡°Mola mucho cuando madres con hijas me piden fotos¡±.
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