Mare¨®metro
JOSU BILBAO FULLAONDO La Fundaci¨®n el Abra prepara su sexto libro de la colecci¨®n El Mare¨®metro. Los temas que tratan est¨¢n relacionados siempre con Portugalete, lugar donde tienen su sede. Esta curiosa empresa editorial permite olvidarse de la sociedad mundializada y nos sumerge en su agradable microcosmos cultural. Sin ¨¢nimo de lucro alguno, surgida por iniciativa de unos pocos amigos enamorados de su localidad, se puso en marcha en 1995. Su objetivo era dar a conocer la obra de autores locales y recopilar publicaciones agotadas, in¨¦ditas, o dif¨ªciles de localizar, siempre relacionadas con el mismo ¨¢mbito. Otra de sus intenciones era recoger el patrimonio gr¨¢fico de la historia de la villa jarrillera. De esta manera, en el camino de los cinco a?os, nos encontramos con un archivo selecto de fotograf¨ªas, sin olvidar dibujos, litograf¨ªas, cartograf¨ªa y otros documentos de inter¨¦s ic¨®nico. Son piezas que descubren, en toda su categor¨ªa, el pasado de estos ribere?os de la r¨ªa del Nervi¨®n. Las primeras im¨¢genes se remontan al ¨²ltimo cuarto del siglo XIX. La guerra carlista y algunos paisajes son protagonistas. Varios retratos de jefes de tropa y grupos de artilleros posando junto a lustrosos ca?ones nos sit¨²an ante los acontecimientos b¨¦licos. La Iglesia de Santa Mar¨ªa y, a su pie, el n¨²cleo antiguo de viviendas marineras preceden a mansiones se?oriales en el Muelle Nuevo realizadas entre 1869 y 1872. No falta la fachada del Ayuntamiento y una panor¨¢mica del lugar, todav¨ªa amenazado por el mar abierto, tomada desde la playa de Sestao. Una foto muestra el casco urbano de este otro pueblo: una casa torre, la iglesia y cuatro casas, responden m¨¢s a la idea de una peque?a aldea. En la segunda entrega, en v¨ªsperas de inaugurar el siglo XX, la iconograf¨ªa nos aproxima al Portugalete de nuestros d¨ªas. La llegada del tren en 1888 y la construcci¨®n, en 1893, del puente colgante cambian de manera palpable la fisonom¨ªa e incorporan cierto toque de modernidad en la villa. As¨ª lo testimonian las tomas realizadas por los fot¨®grafos suizos Adolfo Menet y Oscar Auser durante estos a?os. El paseo visual es generoso, fototipias con gran riqueza de tonos no llevan a catorce puntos de vista diferentes. La d¨¢rsena de la Benedicta en bajamar acoge la draga, los diques flotantes y el ferrocarril minero que descarga sobre los buques anclados. El primer plano de peque?os txintxorros dejan contemplar al fondo las chimeneas humeantes de La Vizcaya. Un solo escenario para el mercado en la plaza, el pasaje en lancha a remos, y el vapor franc¨¦s Corine encallado en la playa de Las Arenas. Junto al faro, goletas y vapores enfilan hacia alta mar. Los remolcadores esperan nuevos fletes y las gentes pescan en la orilla. La playa del Salto, con sus casetas de ruedas arrastradas por caballos, est¨¢ coronada por arrogantes palacetes. Un amplio recorrido cl¨¢sico en su composici¨®n que no ahorra el detalle de un aldeano sobre su burro por la carretera que llega de Santurtzi. Los siguientes vol¨²menes, dedicados a la m¨²sica y otros aspectos costumbristas, a Jos¨¦ Mar¨ªa de Areilza y sus recuerdos de Portugalete, o a Juan Antonio de Zunzunegui, tambi¨¦n oriundo del lugar, mantienen la misma t¨®nica en su tratamiento gr¨¢fico. Personajes locales, acontecimientos populares, regatas de vela, remo, o la visita de los reyes, son documentos que van jalonando esta recuperaci¨®n de la historia visual de esta localidad. La pr¨®xima entrega, prevista para este oto?o, se centra en los a?os veinte, una etapa rica en transformaciones sociales y culturales que sin duda tendr¨¢ el reflejo visual adecuado. Salvando del olvido territorios transformados, estos loables esfuerzos, dignos de emular desde otras localidades ribere?as con pasado sider¨²rgico y marinero, est¨¢n encabezados por Rub¨¦n Las Hayas. Una labor que cuenta con la complicidad de Gaizka Arostegui como administrador y un consejo editorial formado por Paco Ruiz, I?aki Reguera, Sabin Ipi?a, Javier Mart¨ªn, Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz, Mario ?ngel Marrod¨¢n y el meticuloso archivero Roberto Hern¨¢ndez.
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