La mayor cantidad no dio m¨¢s calidad

Espa?a, jugando en casa y con el apoyo del p¨²blico, gan¨® una medalla menos que en la pasada edici¨®n de los Mundiales de Atenas. La Federaci¨®n Espa?ola se planteaba como objetivo un m¨ªnimo de 6y 15 finalistas. Era lo l¨®gico, porque en 1997 se lograron 5 podios y 5 puestos m¨¢s entre los 8 primeros. En Sevilla, sin embargo, el balance ha quedado en 4medallas y s¨®lo 8 finalistas, una ligera mejor¨ªa, pero la mitad de lo que hubiera sido una actuaci¨®n global de entidad. Los triunfos de Abel Ant¨®n y Niurka Montalvo, y las medallas de plata y bronce de Yago Lamela y Reyes Est¨¦vez no tapan el nuevo par¨®n con una participaci¨®n mucho mayor. En la capital griega compitieron 47 espa?oles (40hombres y 7 mujeres), y en Sevilla, 75 (43 y 32), 28 m¨¢s. Espa?a qued¨® 7? en hombres, pero 18? en mujeres, y se produjo el esperado rosario de eliminados en las primeras rondas.La teor¨ªa federativa de que por tener la marca m¨ªnima se debe participar tiene estas contrapartidas. En esta ocasi¨®n, al disputarse los campeonatos en Espa?a, era mayor la justificaci¨®n de una participaci¨®n nutrida, pero los n¨²meros no enga?an; especialmente en velocidad, saltos (salvo el de longitud, por Lamela y Montalvo) y lanzamientos. Se salvan las carreras de medio fondo y fondo, pero esta vez ni siquiera la marcha.

El retraso del atletismo femenino volvi¨® a evidenciarse, y s¨®lo destacaron el 6? puesto de Julia Vaquero en los 5.000 metros (con Marta Dom¨ªnguez, novena, y Amaia Piedra, eliminada en la serie) y los octavos lugares de Teresa Recio, en 10.000 (perdidas ya Mar¨ªa Abel, 14?, y Mar¨ªa Luisa Larraga, 21?), y de Ana Amelia Men¨¦ndez, en los 1.500 (en los que se despidi¨® al no clasificarse para la final, en la serie m¨¢s dura, la gran veterana Maite Z¨²?iga, y fall¨® la otra promesa, Nuria Fern¨¢ndez).

Los hombres tambi¨¦n sumaron m¨¢s disgustos que alegr¨ªas. Se cumplieron sobradamente las esperanzas en 1.500, con Ferm¨ªn Cacho y Andr¨¦s D¨ªaz en un segundo podio imaginario. Pero fall¨® bastante el marat¨®n. Venci¨® brillant¨ªsimamente Ant¨®n, y Mart¨ªn Fiz defraud¨® con su octavo puesto (aunque le d¨¦ plaza para Sydney como finalista), y mucho m¨¢s Fabi¨¢n Roncero con su abandono. Muestra bien el batacazo el hecho de que el equipo espa?ol, ganador en Atenas de la Copa del Mundo (clasificaci¨®n por equipos), s¨®lo fue quinto ahora (Alejandro G¨®mez, 40?; Javier Cort¨¦s, 50?, y Toni Pe?a, que abandon¨®). El mismo puesto conseguido por el equipo femenino, mucho m¨¢s modesto (con Ana Isabel Alonso, 15?; M¨®nica Pont, 21?; Angelines Rodr¨ªguez, 28?, y Mar¨ªa Luisa Mu?oz, 33?).

El tambi¨¦n escaso bagaje masculino de finalistas lo complet¨® Eliseo Mart¨ªn con su magn¨ªfico sexto puesto en los 3.000 obst¨¢culos, superando incluso a uno de los kenianos, Paul Kosgei. En las series fue eliminado Marco Cepeda, pero se perdi¨® otro finalista porque el mejor hombre, Luis Miguel Mart¨ªn, tuvo la mal¨ªsima suerte de correr en la serie m¨¢s lenta y ser el primer hombre descartado por tiempos. Le sucedi¨® como a Alberto Garc¨ªa en los 5.000, el que estaba m¨¢s en forma. Fue octavo en la primera serie, como Manuel Pancorbo en la siguiente, en la que Isaac Viciosa se meti¨® s¨¦ptimo; pero hizo el segundo tiempo tras el corte para la final. En ella, Pancorbo, 11?, y Viciosa, 13?, dejaron un pobre sabor. Pero peor a¨²n en 10.000, Molina 14?, Chema Mart¨ªnez 19? y Bruno Toledo 25? y antepen¨²ltimo.

La marcha, gran baza siempre, encabez¨® la mayor decepci¨®n. S¨®lo Valent¨ª Massana cumpli¨® (quinto en los 50 kil¨®metros, en los que se hundi¨® Garc¨ªa Bragado, y Santi P¨¦rez fue 27?). Se complet¨® as¨ª el fracaso de los 20, con Paquillo Fern¨¢ndez, 15?, y Mikel Odriozola, 18?. Tras este fracaso, el 10? puesto de Mar¨ªa Vasco en los 20 kil¨®metros femeninos, en los que no se esperaba nada, pareci¨® muy digno. Pero Teresa Linares fue 26 y Celia Marc¨¦n se retir¨®.

Roberto Parra dej¨® otro regusto amargo en los 800, porque brill¨® en la serie, pero se equivoc¨® en la semifinal y se perdi¨® la final. Cumpli¨®, al menos. Pero no Cerezo, eliminado a la primera y de los ¨²ltimos, como los velocistas Nolet, Julia Alba, Navarro, los relevos (s¨®lo mejor el 4 x400, con cal y arena de Canal en la prueba individual, pero fatal Lisette Ferri y las chicas), o los saltadores (Conchi Paredes, tres nulos en triple, Chapado, dos y s¨®lo 15,98, y Marta Mend¨ªa, algo mejor, pero tampoco finalista en altura), o los lanzadores (Pestano, en disco, Dolores Pedrares en martillo, Martina de la Puente, en peso, pen¨²ltimos).

Las desgracias f¨ªsicas fueron dos... y media: Javier Benet perdi¨® el sexto puesto que ya ten¨ªa bien ganado en el decatl¨®n, al caer por una lesi¨®n a 280 metros de la meta del 1.500. Y Montxu Miranda, al torcerse el tobillo en un talonamiento, ni siquiera pudo empezar la final de p¨¦rtiga, en la que se meti¨® al saltar 5,65 metros. Pero fueron eliminados Jos¨¦ Manuel Arcos, con 5,55, y Javier Garc¨ªa Chico, con unos 5,40 a¨²n m¨¢s modestos. Como los 4,15 de Dana Cervantes, tambi¨¦n semilesionada en la final directa femenina, pen¨²ltima. Demasiados pen¨²ltimos para tan pocas medallas y finalistas. El atletismo espa?ol tiene unas pocas caras magn¨ªficas, pero nada m¨¢s.