El nuevo curso pol¨ªtico pone a prueba el pacto selectivo de los socialistas y UPN

Los partidos navarros inician su andadura pol¨ªtica oto?al a la espera de conocer c¨®mo se desarrollan los pactos que UPN y PSN-PSOE firmaron antes del verano y en virtud de los cuales los regionalistas de Miguel Sanz alcanzaron el Gobierno de la comunidad con el doble objetivo de frenar el ascenso electoral del nacionalismo vasco y dar estabilidad a un Ejecutivo sin mayor¨ªa absoluta. UPN se comprometi¨® por escrito a consensuar de forma prioritaria con los socialistas las leyes esenciales para la identidad y el desarrollo de Navarra.

La primera ley encuadrada en ese espacio va a ser la ley presupuestaria para el a?o 2000. UPN sustituir¨¢ as¨ª la negociaci¨®n del pasado a?o, alcanzada con el CDN de Juan Cruz Alli, por una negociaci¨®n ya cl¨¢sica en la pol¨ªtica navarra, los pactos presupuestarios UPN-PSOE. Los socialistas preparan desde hace meses una bater¨ªa de demandas propias para su incorporaci¨®n a los presupuestos en ¨¢reas como la potenciaci¨®n de la red educativa p¨²blica, el bienestar social, las infraestructuras, las pol¨ªticas activas de empleo, el traspaso de competencias o la salud. La negociaci¨®n de los presupuestos pondr¨¢ a prueba por primera vez la consistencia de un acuerdo como el sellado entre los foralistas navarros y los socialistas para que los primeros alcanzaran, sin problemas, la presidencia del Gobierno de Navarra. Dado que ambas formaciones suman 33 de los 50 esca?os parlamentarios, los acuerdos bipartitos tienen garantizada su plasmaci¨®n legal aunque no por ello la oposici¨®n permanece quieta. Por el contrario, han sido partidos como EH o IU-EB los primeros en presentar proposiciones de ley para su pr¨®ximo debate en asuntos como la liberalizaci¨®n de peajes de la Autopista de Navarra, la gratuidad de los libros de texto para todos los escolares navarros o el aumento de las pensiones. El PSN-PSOE tiene la responsabilidad de garantizar la estabilidad pol¨ªtica prometida a UPN en los pactos firmados meses atr¨¢s sin abandonar por ello su faceta de oposici¨®n en una c¨¢mara cuya presidencia controlan. "La pol¨ªtica que se va a hacer en Navarra debe ser una pol¨ªtica de reparto de la prosperidad", ha declarado el secretario general de los socialistas navarros, Juan Jos¨¦ Lizarbe. Y a conseguirlo en sus negociaciones con la derecha navarra va a dedicar su esfuerzo pol¨ªtico oto?al el PSN. Por de pronto, sus dirigentes ya han adelantado que rechazar¨¢n cualquier intento de privatizar la sanidad y que propugnar¨¢ un incremento de pensiones para las clases m¨¢s desfavorecidas, algo que Catalu?a -en pleno ambiente preelectoral- ha aprobado esta semana en el caso de las no contributivas bajo una lluvia de cr¨ªticas de "actuaci¨®n electoralista". El margen de juego pol¨ªtico de los restantes partidos no es muy grande. EH, tercera fuerza parlamentaria, centrar¨¢ su trabajo en vincular a Navarra a los procesos de pacificaci¨®n impulsados desde Euskadi. El resto de formaciones, IU-EB, CDN y EA-PNV, tendr¨¢n que limitarse a ejercer el control de la oposici¨®n a un gabinete calificado de "continuista y neoliberal" y eludir el previsible rodillo UPN-PSN en todo aquello que exceda a los pactos entre ambos.