Ciencia y religi¨®n

En un magn¨ªfico art¨ªculo sobre el conflicto entre ciencias y creencias (EL PA?S, 31 de agosto de 1999), el catedr¨¢tico Francisco J.Ayala afirma que "el Papa hab¨ªa dicho ya en 1981 que el prop¨®sito de la Biblia no es ense?arnos sobre astronom¨ªa y el origen del universo, sino c¨®mo llegar al cielo". M¨¢s adelante repite: "Como dec¨ªa Juan Pablo II, el prop¨®sito de la Biblia no es ense?arnos astronom¨ªa, sino el camino virtuoso para llegar al cielo". Podr¨ªa ser interesante recordar que el cardenal Cesare Baronio (1538-1607) sosten¨ªa en 1598 que la intenci¨®n del Esp¨ªritu Santo era ense?arnos c¨®mo se va al cielo y no c¨®mo va el cielo ("come si vadia al cielo, e non come vadia il cielo"). Galileo utiliz¨® in¨²tilmente este argumento de autoridad en su carta a la se?ora Cristina de Lorena, gran duquesa de Toscana, de mediados de 1615, para defender que la Tierra no se halla inm¨®vil en el centro del universo. El caso de Galileo puede ayudarnos a reflexionar sobre los peligros de utilizar argumentos eclesi¨¢sticos, sobre intenciones del Esp¨ªritu Santo o prop¨®sitos de la Biblia, en la lucha del pensamiento cr¨ªtico contra la ignorancia, la irracionalidad, la superstici¨®n y los prejuicios religiosos..