El nuevo Madrid tiene buena pinta

REAL MADRID 94 JOVENTUT 82El Madrid arranca asustando, como quien advierte que su proyecto tiene cimientos. La memoria no ayuda al conjunto blanco a so?ar, acostumbrado como est¨¢ a quedarse al borde del ¨¦xito. Y lo est¨¢ desde que Arvydas Sabonis decidi¨® poner todo su baloncesto al servicio de la NBA. Desde entonces, el caos. Temporada tras temporada se parcheaba la secci¨®n, cambiando todo lo cambiable: el entrenador, los directivos, los jugadores... Hasta de pabell¨®n se cambiaba. Llegaban estrellas, como Bodiroga o Tanoka, y llegaban aprendices de estrellas, y ah¨ª la lista ser¨ªa interminable. Pero el campe¨®n siempre era otro. As¨ª que el club opt¨® por la revoluci¨®n. Se trajo a un nuevo t¨¦cnico, Sergio Scariolo; despidi¨® a un ej¨¦rcito de jugadores y puso en n¨®mina a ocho nuevos. La Liga acaba de echar a andar, lo que impide sacar conclusi¨®n alguna. Pero algo se sospecha: el nuevo Madrid tiene buena pinta. Tambi¨¦n la tiene su rival, el Joventut, que ha repescado a dos hist¨®ricos, Jofresa y Ferr¨¢n Mart¨ªnez, y ha fichado a todo un bombardero: el ruso Babkov. Adem¨¢s, se muestra dispuesto a confiar en Ra¨²l L¨®pez, todo un campe¨®n del mundo juvenil.

Pero gan¨® el Madrid. Lo hizo porque los que suelen resolver no faltaron a la cita. Y lo hizo, y esto es noticia, porque por fin cuenta con un banquillo decente, en el que se sientan jugadores que, lejos de limitarse a hacer bulto, son capaces de resolver. Jam¨¢s pudo so?ar la pasada campa?a el Madrid con tener un grupo de suplentes con calidad para sumar 26 de los 94 puntos del equipo, esto es el 28% del total.

Al Joventut le da?¨® su precipitaci¨®n, como demuestran los 18 balones que perdi¨®. Se fue tocado al descanso (45-34), pero aprovech¨® el gusto del Madrid por dormirse cuando mejor le va para alcanzar una remontada prometedora (51-51, m.25). Los blancos demostraron en ese margen de tiempo que las nuevas recetas no han acabado del todo con los viejos vicios. Babkov afin¨® su mu?eca y logr¨® tres triples que obligaron al Madrid a replantearse los defectos de su balance defensivo, incapaz como era de escapar a cualquier bloqueo.

Hab¨ªa vivido bien el Madrid hasta que a Babkov le dio aquel arrebato. Pero su ventaja muri¨® en cuesti¨®n de minutos y el partido adquiri¨® otro aspecto. Necesitaba el Madrid a un jugador que cambiara el curso de los acontecimientos y encontr¨® a dos. Hermanos, para m¨¢s se?as. Angulo se apellidan. El mayor, Alberto, se fue m¨¢s all¨¢ de la l¨ªnea de 6,25, para encadenar tres canastas. El peque?o, Lucio, derrib¨® todo el entramado defensivo del Joventut, al que mand¨® a mejor vida con sus penetraciones y su lucha bajo los tableros, am¨¦n de conseguir la canasta del partido, a aro pasado, que se antoj¨® la puntilla para un Joventut asustado.

Y la puntilla fue. Lo que no pusieron los citados hermanos lo puso Herreros y el Madrid cerr¨® su presentaci¨®n en la ACB con un resultado magn¨ªfico, que le coloca, para empezar, como primer l¨ªder. No es nueva esta situaci¨®n, pues la pasada temporada el cuadro blanco vivi¨® en el primer puesto durante una eternidad. Y el campe¨®n fue otro. Pero las sensaciones son otras. En la pista y en el banquillo.