Miedo al recuerdo del 96

Sin novedad en la Vuelta camino de la Mancha, hecho que debe celebrar Jacky Durand, que sigue l¨ªder y no sabe c¨®mo, porque se quedaba descolgado a poco de tomarse la salida. Ser l¨ªder son s¨®lo 25.000 de vell¨®n como renta diaria y unos puntos de bonificaci¨®n para el palmar¨¦s, pero sobre todo es notoriedad. Para estar en baja forma, no es mal apa?o. Durand se dej¨® llevar por la inercia del pelot¨®n, que anduvo con malos augurios toda la ma?ana a cuenta del viento cambiante y la posibilidad de lluvias y granizo. Pero nada sucedi¨®. La victoria fue para Marcel Wust en un sprint discreto: sin Cipollini, todos parecen m¨¢s lentos. El espa?ol del d¨ªa fue David Plaza, pero por otros motivos: decidi¨® dejar la carrera porque no se siente bien pagado en el Benfica portugu¨¦s. "Se ha pegado un tiro en su propio pie", dijo Antonio Brass, el director, como queriendo decir que se hab¨ªa equivocado. Camino de Albacete, el pelot¨®n estaba nervioso porque rememoraba una famosa etapa que tuvo lugar por las interminables rectas que avanzan hacia la Mancha en el a?o 1996. Fresca guarda en la memoria la emboscada de la ONCE aprovechando el viento cambiante, hecho que afect¨® a Escart¨ªn y Rominger, entre otros, y los dej¨® fuera de pron¨®stico. Fue aquella Vuelta, la de la retirada de Indur¨¢in, punto final del mejor ciclo del ciclismo espa?ol. Indur¨¢in resisti¨® bien aquel d¨ªa e incluso crey¨® concebir esperanzas despu¨¦s de un verano agotador. Por detalles como ¨¦sos se recuerda aquella Vuelta y cuanto sucedi¨® camino de Albacete. Pero de recuerdos no se vive, que se lo digan a Manolo Saiz, que todav¨ªa a?ora aquel equipo ONCE, m¨¢quina depredadora en suelo nacional. Aquel equipo no es como el suyo de ahora, todav¨ªa joven, en formaci¨®n, a¨²n sin el instinto can¨ªbal de aqu¨¦l.

El pelot¨®n vivi¨® con tensi¨®n la jornada, pensando en el fantasma de Albacete vestido de amarillo-ONCE, y fue una tensi¨®n in¨²til. Estuvo algo asustadizo, preocup¨¢ndose por asuntos sin importancia, sea que se escapan 25 nada m¨¢s tomarse la ca¨®tica salida de Alicante, sea que aparecen nubes por el horizonte. Lo cierto es que el pelot¨®n anda todav¨ªa sin tomarse la medida, pendientes todos los equipos espa?oles de hacerse los listos y de llegar a meta de la manera m¨¢s confortable posible.

En ¨¦sas, el Kelme tuvo el d¨ªa tonto: se le retir¨® Vidal por enfermedad, inscrito a ¨²ltima hora, y dio con sus huesos en el suelo Roberto Heras, con heridas de escasa importancia.

Conforme llegaron el viento, la lluvia y hasta el granizo, todo al mismo tiempo, el pelot¨®n se refugi¨® en s¨ª mismo de tanto que estaba atemorizado. No apareci¨® nadie por ah¨ª, dej¨® pasar los kil¨®metros, engull¨® a Chaurreau (Euskaltel) y Roscioli (Costa Almer¨ªa) y se relaj¨® ante la proximidad del sprint. El veterano Roscioli (35 a?os) escapaba por en¨¦sima vez esta temporada, con el ¨¦xito de costumbre, lo que le llev¨® a su director, Miguel Moreno, a calificarle como "viejo mendigo" no sin cierto cari?o. Hay que conocer a Miguel Moreno para entender sus expresiones.

Tras estas escaramuzas de menor orden, Albacete recibi¨® al pelot¨®n con buen tiempo y tarde soleada, lo que aprovech¨® el alem¨¢n Marcel Wust para anotarse la etapa, la sexta que gana en esta temporada. Wust, aun siendo alem¨¢n, es un especialista en obtener carreras en Espa?a: sus seis victorias las ha conseguido en suelo nacional. Y la victoria de Wust permiti¨® a Durand ser l¨ªder un d¨ªa m¨¢s. Lo cierto es que Durand lo pas¨® mal al principio de la etapa (tal es su estado de forma) y lleg¨® a quedarse ligeramente descolgado porque el pelot¨®n parti¨® con muchas ganas de Alicante. Pero no tuvo miedo: una vez tranquilizada la situaci¨®n, se preocup¨® por saber c¨®mo iban transcurriendo las metas volantes (donde hay bonificaciones). Con satisfacci¨®n, supo que segu¨ªa siendo l¨ªder. Finalmente, cuando faltaban diez kil¨®metros, se acerc¨® al australiano Robbie McEwen (7? de la general, a 4 segundos de diferencia y sprinter por m¨¢s se?as). "Robbie", le dijo "hoy tienes que ser cuarto, por favor, ni primero, ni segundo, ni tercero". Ambos se despidieron con una sonrisa y, naturalmente, McEwen disput¨® el sprint con la idea de convertirse en el nuevo l¨ªder. Pero no tuvo tino, o fall¨® el c¨¢lculo. Total, que acab¨® precisamente cuarto. Para bendici¨®n de Durand.