Gobiernos auton¨®micos presionan a Tabacalera para que no cierre sus f¨¢bricas

Tabacalera ha puesto en pie de guerra a varios Gobiernos auton¨®micos y ayuntamientos. La empresa debe esperar, de momento, para iniciar el plan industrial anunciado en julio, que prev¨¦ el cierre de seis de sus 14 f¨¢bricas y la supresi¨®n de 1.400 empleos. Ninguna comunidad de las afectadas (Galicia, Comunidad Valenciana, Asturias, Cantabria y Andaluc¨ªa) quiere perder f¨¢bricas. La compa?¨ªa, cuyos responsables han negociado durante todo el verano con dichos gobiernos, rechaza presiones y afirma que no variar¨¢ sus planes por razones pol¨ªticas.

Tabacalera cuenta en la actualidad con 14 f¨¢bricas en toda Espa?a y el plan industrial presentado el pasado mes de julio reduce su estructura a tan s¨®lo ocho centros en el a?o 2003. Est¨¢ previsto que las actividades de Valencia, Alicante y San Sebasti¨¢n se concentren en una nueva f¨¢brica en Alicante y que una nueva factor¨ªa en la costa norte, cuya ubicaci¨®n est¨¢ a¨²n por decidir, absorba la producci¨®n de Gij¨®n, Santander y M¨¢laga. Tambi¨¦n prev¨¦ cerrar la de A Coru?a, cuya actividad y plantilla pasar¨ªa a Logro?o. Se mantienen, adem¨¢s, Tarragona, Sevilla, C¨¢diz y los dos centros de proceso de materia prima (Palazuelo, en C¨¢ceres, y C¨¢diz). En el reparto actual, Gij¨®n, Santander, C¨¢diz y M¨¢laga fabrican cigarros puros (los populares Farias, entre otros) y a fabricar cigarrillos se dedican las otras ocho factor¨ªas, lo que a juicio de la direcci¨®n de Tabacalera justifica un plan de ajuste que garantice el futuro de la empresa. Este ajuste, al que se oponen frontalmente los sindicatos, supone la eliminaci¨®n de 1.400 puestos de trabajo mediante prejubilaciones (950) y recolocaciones (450). Representantes sindicales se han reunido durante estos d¨ªas con el objetivo de negociar el plan.

Al rechazo de los sindicatos se une, en esta ocasi¨®n, la protesta de las comunidades aut¨®nomas afectadas. El presidente de Galicia, Manuel Fraga, salt¨® como un resorte para defender la f¨¢brica de A Coru?a, cuya labor ser¨¢ absorbida por el centro de Logro?o. Y al hilo de las exigencias de Fraga, que contaron con el apoyo de los trabajadores en las calles y de la Confederaci¨®n de Empresarios de A Coru?a, se han movilizado los Gobiernos de Comunidad Valenciana, Cantabria y Asturias.

El alcalde de Santander, Gonzalo Pi?eiro, y el consejero de Industria de Cantabria, Jos¨¦ Manuel ?lvarez Redondo, ambos del PP, se re¨²nen ma?ana en Madrid con el presidente de Tabacalera, C¨¦sar Alierta, para reclamar que permanezcan los 480 empleos del actual centro de Cantabria. El Gobierno de Asturias, del PSOE, se ha propuesto mantener la planta de Gij¨®n y los grupos pol¨ªticos de este Ayuntamiento han formado un frente com¨²n para pedir la retirada del plan.

A la disputa entre las dos comunidades cant¨¢bricas se a?ade la reclamaci¨®n de la alcaldesa de M¨¢laga, Celia Villalobos, que ha manifestado que "se convertir¨¢ en el mayor enemigo de Tabacalera" si lleva adelante el plan. Tambi¨¦n el presidente de la Junta de Andaluc¨ªa, Manuel Chaves, ha declarado que har¨¢ "todo lo que sea para tratar que Tabacalera no cierre, pueda continuar y se mantengan los empleos".

Zaplana, en liza

Tambi¨¦n el presidente de la Comunidad Valenciana, Eduardo Zaplana, se ha metido de lleno en la refriega. Ayer el vicepresidente de la Generalitat valenciana, Jos¨¦ Luis Olivas, declar¨® que Zaplana desde el primer momento trabaj¨® para que mantuvieran las f¨¢bricas de Valencia y Alicante. Al final, el consejero reconoci¨® que "al menos se ha logrado acoger el nuevo centro de Alicante". Por su parte, el Gobierno vasco y la Diputaci¨®n de Guip¨²zcoa se han dirigido al Ministerio de Econom¨ªa para que no se cierre la f¨¢brica de San Sebasti¨¢n.

Mientras tanto, fuentes de la empresa que preside C¨¦sar Alierta rechazaron ayer que existan presiones de las autoridades auton¨®micas y municipales, pese a la larga lista de encuentros mantenidos y previstos por sus responsables con los representantes pol¨ªticos. Adem¨¢s, a?adieron que si se atuvieran a razones pol¨ªticas dejar¨ªan la compa?¨ªa como est¨¢ y perder¨ªa su nivel de competencia en el sector.