EEUU advierte a Indonesia de que ser¨¢ necesaria una fuerza internacional si no detiene la matanza

Estados Unidos, seg¨²n Clinton, "har¨¢ lo que pueda" para acabar con la violencia en Timor Oriental. Washington trabaja en dos frentes: convencer al Gobierno de Indonesia del ostracismo internacional al que se condena con su actitud y persuadir a Naciones Unidas para el env¨ªo r¨¢pido de una fuerza de paz. El despliegue no contar¨ªa con la participaci¨®n estadounidense; la Casa Blanca considera que otros pa¨ªses m¨¢s cercanos e implicados deber¨¢n aportar el grueso del contingente multinacional. La ONU ha comenzado a dise?ar planes para que entren en Timor entre 5.000 y 7.000 soldados.

El Departamento de Estado ha formulado un llamamiento a Indonesia para que ponga fin a la tragedia de Timor Oriental. El comunicado es muy claro: "La posici¨®n internacional de Indonesia y el mantenimiento de relaciones productivas con Estados Unidos depende de que Indonesia mantenga una postura constructiva para acabar con el desastre humanitario y apoye el proceso supervisado por Naciones Unidas para que Timor Oriental sea independiente". Seg¨²n el Departamento de Estado, el presidente Yusuf Habibie tiene dos opciones: actuar para acabar con la violencia o invitar a que sea la comunidad internacional la que finalice la crisis". En varias ocasiones se ha sugerido al Ejecutivo de Yakarta la posibilidad de sanciones si no cambia su actitud. El aviso se complet¨® ayer con un comunicado del Banco Mundial. Tanto este organismo financiero como el FMI han recordado a Habibie que su econom¨ªa depende de los miles de millones de d¨®lares que recibe en cr¨¦ditos y ayudas.

La secretaria de Estado norteamericana, Madeleine Albright, asegur¨® desde Vietnam que hab¨ªa conversado con el ministro de Exteriores de Indonesia, Al¨ª Alatas, para recordarle que "no le queda mucho tiempo".

La Administraci¨®n estadounidense insiste en sostener una posici¨®n distante pero activa en el terreno diplom¨¢tico, en el que trata de asegurarse el apoyo de Yakarta al despliegue de una fuerza de paz.

Clinton mantiene contactos peri¨®dicos con el Gobierno australiano, pa¨ªs al que se le otorga la mayor responsabilidad en la soluci¨®n internacional de la crisis. Fuentes de Washington confirman que no existe intenci¨®n alguna de enviar soldados de EEUU a Timor, si bien el Pent¨¢gono colaborar¨ªa con su log¨ªstica.

Esta negativa a la colaboraci¨®n militar cuenta ya con la primera cr¨ªtica: el ministro de Exteriores de Australia, Alexander Downer, asegur¨® en la CNN que EEUU "y otras democracias no pueden simplemente cerrar los ojos a la carnicer¨ªa que se est¨¢ produciendo en Timor Oriental". Seg¨²n Downer lo "apropiado" ser¨ªa que Washington contribuyese a la constituci¨®n de una fuerza de paz.

Si Naciones Unidas aprobase finalmente ese despliegue, la composici¨®n de las tropas correr¨ªa a cargo de Australia, Nueva Zelanda, Reino Unido y Canad¨¢, con aportaciones de Francia y Portugal. Fuentes de la ONU adelantan que los planes en los que ya se trabaja contemplan el env¨ªo de 5.000 a 7.000 soldados, aunque siempre se supedita esa misi¨®n a una aprobaci¨®n previa por parte de Indonesia y del Consejo de Seguridad. Aunque el Gobierno de Australia dice estar preparado para enviar soldados a Timor en 24 horas, la ONU considera que el despliegue tardar¨ªa una semana en ponerse en marcha.