Brasil

Este verano ha sido muy importante para m¨ª. He tenido la gran suerte de veranear en un pa¨ªs inmenso, tanto en extensi¨®n como en belleza: Brasil. Parte de mis vacaciones las he pasado en ciudades ba?adas por el r¨ªo Araguaia, en la zona matogrosense brasile?a.

All¨ª conoc¨ª a gente dispuesta a regalarte una sonrisa, y pude admirar paisajes impresionantes, que te aplastaban con su grandeza y te hac¨ªan parecer un peque?o ser, libre y perdido en el mundo.

Podr¨ªa hablar de la hidrov¨ªa que pretende construir en el Araguaia, de los problemas de los indios y de diferentes temas relacionados con este lugar, pero lo har¨ªa con un conocimiento escaso y parcial; as¨ª que este escrito tan s¨®lo pretende ser una declaraci¨®n, como tantas otras, en contra del racismo y de la destrucci¨®n de la naturaleza, porque es imposible que quien haya conocido personas como las que yo he conocido, y visto parajes como los que yo he visto, albergue tales tendencias.

Hay gente que opina que todo gira en torno a un beneficio, pero ?qu¨¦ beneficio se puede obtener de construir un mundo artificial en donde resida una ¨²nica cultura?

Y tengo que decir que me compadezco de esa gente, pues en realidad provocan en m¨ª m¨¢s pena que cualquier otro sentimiento.

Creo firmemente que sus pensamientos son s¨®lo fruto de grandes limitaciones y de un mal muy extendido hoy en d¨ªa: la ignorancia.-