El prost¨ªbulo de la Casa de Campo
Nos permitimos recordar a nuestras ediles y alcaldesas que la Casa de Campo de Madrid fue cedida por la Segunda Rep¨²blica al pueblo de Madrid, no para convertirla en prost¨ªbulo por sus administradores, sino para que los hijos de los trabajadores disfrutaran de lo que se denomin¨® el pulm¨®n de Madrid. Hoy, la se?ora Tard¨®n nos dice que la prostituci¨®n no es "legal", pero s¨ª puede serlo si se ejerce dentro de la Casa de Campo, que todav¨ªa pertenece al pueblo de Madrid y no autoriza que (sin consultarle) se ejerza en su casa la prostituci¨®n. Por otra parte, muchas de las prostitutas que ejercen son extranjeras sin permiso de residencia ni de trabajo, a no ser que la prostituci¨®n sea considerada como tal y cumpla los requisitos de la Seguridad Social y la declaraci¨®n de renta a la que est¨¢n sujetos los trabajadores espa?oles.
Si centramos nuestra atenci¨®n en las prostitutas extranjeras que incluso carecen de documentaci¨®n, nos permitimos recordar a la se?ora Tard¨®n que la Ley de Extranjer¨ªa, T¨ªt. VI, Art. 25, dice: "Ser¨¢n consideradas infracciones a la presente ley las acciones y omisiones de aquellas personas o entidades que promuevan, medien o amparen la situaci¨®n ilegal de extranjeros en nuestro pa¨ªs". Eliminado este primer obst¨¢culo, ejercer o autorizar un prost¨ªbulo dentro de un espacio que es del "pueblo y para el pueblo de Madrid", puede constituir una usurpaci¨®n de derechos, ya que convierte a la Casa de Campo en burdel (sin permiso del pueblo), y al Ayuntamiento, en proxeneta.
Para finalizar: la Casa de Campo no necesita negociaciones prostituidas, sino aplicar la ley. ?C¨®mo hubiese actuado el Ayuntamiento si el prost¨ªbulo se hubiese ubicado en los jardines de La Moncloa?-
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.