"El consumismo es m¨¢s da?ino que la violencia"

La entrada de Brad Pitt en la sala de prensa es s¨®lo comparable a la llegada del presidente de Estados Unidos: precedido por media docena de guardaespaldas, gente de la Fox y un sinf¨ªn de ayudantes. Pitt, nacido en Oklahoma hace 35 a?os -de aspecto menudo (sobre el papel se dice que mide m¨¢s de 1,80), pelo rubio cortado en estudiados trasquilones y vestido con camisa azul y pantal¨®n gris-, llev¨® ayer a la Mostra la luz hollywoodiense en estado puro. Pero el actor se mantuvo m¨¢s bien displicente y a la defensiva, de la misma forma que el director de Fight Club, David Fincher, y los actores Edward Norton, Helena Bonham-Carter y Meat Loaf Aday. Conscientes de que el pavoroso grado de violencia del filme no ha pasado inadvertido, todos cerraron filas. El primero, Pitt: "La pel¨ªcula es una met¨¢fora sobre la direcci¨®n que hemos tomado en la vida. Estamos en el caos. Vivimos en un mundo violento y es absurdo ignorarlo. Pienso que lo m¨¢s interesante del filme es la cr¨ªtica a la pasi¨®n por la posesi¨®n de cosas materiales, al valor que adquieren los objetos en nuestras vidas, coches, vestidos, m¨¢quinas, cosas in¨²tiles y que terminan por poseernos. M¨¢s da?ino que la violencia es el consumismo"

Basada en la novela del mismo t¨ªtulo de Chuck Palahniuk, la pel¨ªcula, calificada ayer por algunos cr¨ªticos como una versi¨®n moderna de La naranja mec¨¢nica, es la historia de un joven corriente que alberga en su mente el deseo imperioso de destruir su mundo hecho de objetos de consumo. El personaje se desdobla en dos, y una de sus personalidades (la interpretada por Pitt) es la que consuma la destrucci¨®n, empezando por el apartamento.

"No eres tu trabajo. No eres tu cuenta bancaria. No eres lo que llevas en la cartera. No eres tus elegantes pantalones caqui", dice Tyler Durden, el esp¨ªritu destructor interpretado por Norton, que convive con el protagonista.

Norton fue quien defendi¨® con m¨¢s vehemencia el derecho del cine a relatar toda clase de historias. "Le¨ª la novela de Fight Club y me re¨ª much¨ªsimo, y adem¨¢s me pareci¨® que era el primer libro que describ¨ªa la energ¨ªa de mi generaci¨®n con todos sus problemas y su falta de objetivos. Es absurdo pensar que el ¨²nico camino del arte sea presentar historias bonitas. Tambi¨¦n hay que abordar los aspectos negativos de la vida, no hacerlo equivale a negarlos", opin¨® Norton.