Bramido de gozo sereno

Llenazo en el coso de Las Ventas. 18.000 personas bramaron en cuanto irrumpi¨® Luis Eduardo Aute en el escenario. Pero fue un bramido aut¨¦ntico que dur¨® casi tres minutos. Eduardo comenz¨® interpretando cinco temas y luego present¨® a su amigo cubano. Y de nuevo, la turbamulta se puso chulina y amorosa. En la variopinta fauna de los cantautores hay algunos maestros. Silvio Rodr¨ªguez y Aute pertenecen al exiguo elenco de los catedr¨¢ticos. Son cl¨¢sicos a su temprana edad; sus maneras hacen presentir que cuando sean mayores van a ser una demas¨ªa. Silvio y Eduardo est¨¢n de gira y recalaron anoche en Madrid, "la fiel Madrid", dijo Silvio. Madrid se volc¨®, al igual que est¨¢ sucediendo en toda Espa?a. Seguramente, Dos (t¨ªtulo del espect¨¢culo) es el acontecimiento de este verano en la m¨²sica popular. No hay ning¨²n patrocinador, ninguna instituci¨®n por medio, ning¨²n auspicio exocrino: todo por derecho y por coraz¨®n. Es curioso constatar que la mayor¨ªa del p¨²blico, en toda la gira, pertenece a la generaci¨®n de los incomprendidos veintea?eros.

Aute, a mitad del concierto, pidi¨® un aplauso para Alfredo Kraus, fallecido ayer. La multitud se emocion¨® y, m¨¢s que una ovaci¨®n, realiz¨® otro bramido entra?able que dur¨® varios minutos. Los veintea?eros tienen mucho coraz¨®n, saben m¨¢s de lo que imaginamos y conocen lo que es bueno.

De lujo

El concierto fue de lujo, como el p¨²blico, como los m¨²sicos, como la noche estrellada, serena y algo libidinosa. Aute se marc¨® lo m¨¢s granado de su repertorio: Prefiero amar, Cine Cine ("que toda la vida es sue?o y los sue?os cine son"), Hafa Caf¨¦, La belleza (que provoc¨® delirio en las gradas y en la arena), Me va la vida en ello ("quiero que me digas, amor, que no todo fue naufragar"), Cinco minutos... Silvio Rodr¨ªguez, adem¨¢s de sus temas cl¨¢sicos, interpret¨® varias canciones de Mariposas, su ¨²ltimo trabajo discogr¨¢fico que sale estos d¨ªas a la venta. Fundi¨® muy bien la nueva hornada con la cl¨¢sica: Casiopea, Sin hijo ni ¨¢rbol ni libro, Quien tiene viejo el coraz¨®n, Rosana, Esto no es una eleg¨ªa, Unicornio, Rabo de nube... A estas alturas de su existencia, Aute y Silvio cada vez cuidan m¨¢s el ¨¢mbito musical en sus conciertos. Han simbiotizado a sus m¨²sicos y se ha conseguido una exquisita banda potente y delicada, muy artistas. Todos ellos bordan su trabajo. Acaso convenga destacar la sensibilidad de Maite Pizarro en los coros, la genialidad del pianista Ern¨¢n L¨®pez Nussa, el arrebato del guitarrista Rey Guerra, la meticulosidad de Gonzalo Lasheras. Ambos artistas se coaligaron para interpretar juntos algunas canciones. Lo que consiguieron con Sin tu latido fue una emoci¨®n antol¨®gica. Este cronista no recuerda haber vivido momentos tan intensos en la plaza de Las Ventas, ni siquiera con Curro Romero.

Silvio estrena disco inmediato. Aute tendr¨¢ en la calle dentro de dos d¨ªas un voluminoso tomo llamado Cuerpo de delito (Canciones 1966-1999), editado por Celeste Ediciones. Son 536 p¨¢ginas en las que est¨¢n incluidos todos los poemas que ha hecho Aute para la m¨²sica, acompa?ado de un extenso repertorio de fotograf¨ªas de todos los tiempos, incluidos los tiempos en que era meritorio de direcci¨®n de cine. Adem¨¢s, el viejo zorro no para. El pr¨®ximo mes de octubre saldr¨¢ a la venta un videolibro en el cual Eduardo se explaya tambi¨¦n en otra faceta muy querida por ¨¦l: el cine. Se ha montado una pel¨ªcula de dibujos animados en la que ¨¦l es autor, director, guionista, m¨²sico y enfebrecido creador. O sea, que estos dos cl¨¢sicos est¨¢n muy vivos.

Aute es un caballero del Greco, m¨¢s en concreto El caballero de la mano en el pecho. Es un punto filipino. Silvio es un punto y aparte cubano. Curiosamente, Cuba y Filipinas est¨¢n incluidas en las giras que realizan los cantantes. Uno es el ¨²ltimo de Filipinas y el otro es el primero de Cuba.

Los camerinos de ambos cantantes, antes de la actuaci¨®n, eran algo as¨ª como un convento de clausura riguros¨ªsima. En el camerino de Aute s¨®lo entraba Marichu, su mujer, y la actriz Pastora Vega. En el camerino de Silvio s¨®lo entraba su mujer y su hermana, que es algo as¨ª como su ¨¢ngel protector. Son muy parcos en el beber y en el comer. Est¨¢n nerviosos, disimulan su ansiedad, pero al camerino les van llegando noticias del ambientazo que hay en la plaza. Ya hay una vibraci¨®n muy seria con el guapo p¨²blico. Porque, todo hay que decirlo, la gente que va a ver a estos viejos es una gente muy aseada, muy educada, muy guapa y, seguramente, muy libertina en las entretelas de su coraz¨®n. Silvio Rodr¨ªguez y Aute, por lo visto ayer en Las Ventas, est¨¢n marcando gui?os al futuro que nos viene, al a?o 2000. Por cierto, el a?o 2000 lo van a celebrar con un concierto en Manila. Los filipinos son en extremo orientales, y los cubanos tambi¨¦n. Y por supuesto, los espa?oles.