Sale Aznar

Hac¨ªa mucho tiempo que el presidente no comparec¨ªa al final de un Consejo de Ministros. Lo hizo ayer, sin que quedara claro el motivo concreto de su aparici¨®n, fuera del obviamente propagand¨ªstico de elogiar su gesti¨®n al inicio de un curso muy electoral. Tras la conferencia de prensa s¨®lo cabe conjeturar que ten¨ªa inter¨¦s en precisar alg¨²n extremo sobre el proceso de paz en el Pa¨ªs Vasco y, de paso, anticipar una subida de las pensiones m¨¢s bajas para tratar de inclinar a su favor la pol¨¦mica sobre esta materia. Su mensaje fue que no hay por qu¨¦ esperar a que se celebren las elecciones para avanzar en los contactos con ETA destinados a convertir en definitivo el alto el fuego indefinido. En medios nacionalistas viene circulando desde hace meses la idea de que no habr¨¢ verdaderos avances en la negociaci¨®n mientras el Gobierno tenga las manos atadas por la proximidad del proceso electoral. Se trata de un viejo prejuicio nacionalista seg¨²n el cual lo que ellos llaman "Madrid" no puede hacer movimientos de apertura pol¨ªtica hacia las reivindicaciones abertzales porque eso hace perder votos en Espa?a. La idea subyacente es que el Ejecutivo carece de argumentos para oponerse a las justas aspiraciones vascas pero no se atreve a reconocerlo por temor a resultar impopular.

Frente a ese planteamiento, Aznar reiter¨® ayer la disponibilidad del Gobierno para reanudar los contactos "inmediatamente", precisando que si no se han producido ha sido "porque los otros no quieren". Pero tambi¨¦n record¨® que una cosa es el di¨¢logo para la paz y otra la pretensi¨®n de obtener un beneficio pol¨ªtico por dejar de matar. Disposici¨®n a avanzar en el proceso de paz, s¨ª; a desbordar la legalidad o provocar la quiebra del Estado, no. En este aspecto su mensaje fue claro.

No lo fue tanto su empe?o en negar que fuera un "gesto" la decisi¨®n de acercar a Euskadi a un centenar de presos de ETA. De su propia explicaci¨®n se deduce que justamente se trata de un gesto pol¨ªtico destinado a hacer m¨¢s costoso -y, por tanto, m¨¢s improbable- el regreso de ETA y de favorecer el consenso de las fuerzas democr¨¢ticas. Por tanto, es una medida pol¨ªtica, y no, como volvi¨® a sostener ayer Anasagasti, el mero cumplimiento de la legalidad vigente.

Respecto al tema de las pensiones, convertido ya en motivo central de la confrontaci¨®n electoral, Aznar dio la impresi¨®n de querer personalizar la decisi¨®n de subirlas, tal vez para compensar la evidencia de que la iniciativa no ha sido suya: tiene raz¨®n al afirmar que ser¨ªa un disparate entrar en una din¨¢mica de pensiones diferentes en cada comunidad, pero su partido se opuso a subirlas de manera homog¨¦nea cuando el asunto fue planteado en el Parlamento.