?Ah¨ª!

JOS? MANUEL ALONSO La adaptaci¨®n teatral de El Florido Pensil, basada en la obra hom¨®nima de Andr¨¦s Sope?a, se ha convertido en un caso excepcional: 1.250 representaciones y m¨¢s de 800.000 espectadores. Los responsables del ¨¦xito. Tanttaka Teatroa, de Durango, anuncian que est¨¢n ya en la "gira de despedida". No me lo creo, porque en los d¨ªas que ¨¦ste grupo ha actuado en Bilbao (del 3 al 11 de setiembre) se ha llenado la sala con m¨¢s de 800 personas en casa sesi¨®n. Y un ¨¦xito as¨ª no puede abandonarlo quienes tuvieron el acierto aquel que dec¨ªa Rodin: "Los temas m¨¢s hermosos son los que tenemos delante, ah¨ª, a la vista, esos son los que mejor conocemos y los que mejor funcionan para representarlos". El Florido Pensil de los 50 y 60, visto con la perspectiva de hoy, es un espejo tan real como divertido de aquella Espa?a de la dictadura, con un tr¨ªptico en cada id¨¦ntica escuela: Cristo crucificado, Franco y Jos¨¦ Antonio Primo de Rivera. Un espejo uniforme de lo que trataron que fu¨¦ramos en tiempo de dictadura, cuando para dar respuesta a "la voz santa del deber", lo cant¨¢bamos todo, lo mismo parados, de pie, que en marcha, de rodillas o sentados en aquellos pupitres donde peg¨¢bamos el chicle Bazoka y escond¨ªamos las fotos de Marilyn o de James Dean; pupitres por donde corr¨ªa la tinta negra y azul, y en ocasiones la roja de una Espa?a "hacia Dios y contra todo el mundo". En El Florido Pensil aparece un escenario de clase (escolar) con una pizarra en la que se ha escrito una frase significativa: "Aqu¨ª hay un hombre que dice ?ay!"... Y ese ah¨ª inicial y destacado era la pregunta, la respuesta y la orden. Pero tambi¨¦n era el mundo, el demonio y la carne: el sexo. Esa cosa misteriosa que el espiritual (padre o madre) llamaba "?ah¨ª!". "?Te has tocado ah¨ª?", preguntaba. Y ese ah¨ª nos hace recordar que lo que hab¨ªa dentro, en cada clase era muy distinto de lo que nos llegaba de fuera, sobre todo a trav¨¦s de la literatura, el teatro y el cine. Eso nos sosten¨ªa, era el efecto milagro de aquella "pertinaz sequ¨ªa" f¨ªsica, mental, intelectual y afectiva.